Sociedad

Hosteleros de Madrid piden más tiempo para adaptarse al cambio de acabar con las estufas de gas

Algunos bares han pedido una prórroga de tres meses y medio, argumentando la necesidad de mantenerlas encendidas durante el invierno

Estufas en una terraza
Estufas en una terraza© Gonzalo Pérez MataLa Razón

El 1 de enero marca el límite para que los bares y restaurantes de Madrid retiren las estufas de gas de sus terrazas, medida impulsada por el Ayuntamiento debido a su alta contaminación. Aunque la determinación municipal busca mejorar la calidad del aire, los hosteleros alegan que el cambio no es ni fácil ni económico, solicitando más tiempo para llevar a cabo la transición.

La petición de los propietarios de establecimientos se centra en la complejidad y los costos asociados con la adaptación. Algunos de ellos han pedido una prórroga de tres meses y medio, argumentando la necesidad de mantener las estufas encendidas durante el invierno. Según algunos hosteleros, la demanda de los clientes es clara: a las 12:00, quieren las estufas encendidas para disfrutar de sus terrazas.

Hasta ahora, solo el 6% de los hosteleros con terraza ha realizado la transición hacia fuentes de calor más sostenibles. Cambiar de gas a eléctrico implica trámites burocráticos y costosas adaptaciones en locales cuyas terrazas no están pegadas a la fachada. Obtener una licencia de obra para soterrar cables y modificar el permiso de terraza para incluir una acometida eléctrica son gestiones que, según los hosteleros "no son tan ágiles".

Aunque el Ayuntamiento advirtió hace dos años sobre la entrada en vigor de esta medida el 1 de enero de 2023, algunos hosteleros han encontrado obstáculos en los trámites, mientras que otros consideran esta inversión como un paso necesario hacia un futuro más sostenible. En la actualidad, terrazas de bares conviven con sofisticadas sombrillas electrificadas y estufas aún encendidas, reflejando la transición gradual en el paisaje de la hostelería madrileña.