Incautados 2.600 mecheros peligrosos, petardos y tabaco de contrabando en tiendas de Madrid

La Policía Municipal de Madrid ha requisado más de 2.600 mecheros falsos y peligrosos, artículos pirotécnicos ilegales, cajetillas de tabaco de contrabando y otro tipo de productos en una treintena de establecimientos de los distritos de Usera, Carabanchel y Villaverde, ha informado a Europa Press un portavoz del Cuerpo Local. La operación comenzó cuando la Oficina de Atención al Ciudadano (OAC) de la Comisaría Integral de Usera recibió en diciembre una denuncia de representantes de la empresa que comercializa los conocidos mecheros Clipper alertando de que había encontrado en venta en tiendas del distrito unos similares con su marca, pero con cuyo mecanismo de depósito de gas y encendido estaban modificados, algo peligroso para la seguridad de las personas, ya que podrían explotar en cualquier momento.

Entonces, los agentes montaron un dispositivo en Usera, que luego extendieron a Carabanchel y Villaverde dentro de la campaña de Navidad, en la que inspeccionaron 30 locales comerciales, la mayoría chinos, por los que quedaron investigadas 19 personas por un delito contra la propiedad industrial en la llamada 'Operación Pedernal'. En ellos, se intervinieron de 70.450 artículos de distinta naturaleza. Entre ellos había 10.655 de productos falsificados --de 2.683 de ellos mecheros peligrosos--, 36.291 productos pirotécnicos comercializados ilícitamente, 1.834 cajetillas de tabaco de contrabando y de comercialización ilícita y 21.197 medicamentos de procedencia asiática ilegales, un arma prohibida. Además, los agentes también encontraron en estos bazares un total de 292 productos alimenticios por la Junta Municipal del Distrito de Usera por no ser actos para el consumo. Y también 25 peces de la especie 'Sander Lucioperca' procedentes de la pesca deportiva cuya comercialización está prohibida.

Entre las curiosidades de la operación, los policías municipales hallaron un caja en las estanterías para el público con la leyenda 'Llévese lo que quiera', en las que había distintos analgésicos. Entre ellos, había unos botes con pastillas para el dolor de espalda y de origen chino, con etiquetado de ese país y totalmente prohibidas por la Agencia Española del Medicamento. En uno de los comercios en los que se dispensaban esos comprimidos como si fueran chicles, el comerciante, un asiático muy alterado, se enfadó tanto con la actuación de la Policía Municipal, que comenzó a darse cabezazos contra la pared, ha detallado el diario 'ABC'. Tuvieron que intervenir varios agentes para reducir al empresario y arrestarle.