Medio Ambiente
Madrid: inspecciones de cosechadoras para evitar incendios
Las máquinas que trabajen a menos de 400 metros de terreno forestal deberán incorporar dos batefuegos, dos extintores de polvo o mochilas con agua
Comienza el verano y, junto a él, los riesgos de incendio. Uno de los puntos en materia de prevención más estrechamente vigilados por las autoridades forestales se encuentra en la maquinaria agrícola. De ahí que la Comunidad de Madrid supervise su uso. Y, más concretamente, el Cuerpo de Agentes Forestales, que verifica que se apliquen las medidas preventivas recogidas en el Plan Infoma (Plan Especial de Protección Civil de Emergencias por Incendios Forestales) del Gobierno regional
Así, del 15 de mayo al 31 de octubre, el agricultor deberá informar, antes de utilizar su cosechadora a menos de 400 metros de un terreno forestal, cualquier elemento que "pueda generar chispas, deflagración o descargas eléctricas". Por ello, deberá llamar previamente al teléfono 900 720 300 e indicar el lugar y el horario estimado de la actuación.
Por otro lado, la cosechadora deberá incorporar medios de extinción para atajar cualquier conato. Así, son obligatorios al menos dos batefuegos, dos extintores de polvo de al menos seis kilogramos cada uno, o mochilas con agua. También se requiere que un observador vigile la actividad a una distancia prudencial, equipado con un teléfono móvil para avisar al teléfono de emergencias 112 en caso necesario.
Otra recomendación es comenzar el trabajo haciendo un recorrido perimetral a la parcela de, al menos, ocho metros. Se empezará en la parte contraria a la dirección del viento, para, posteriormente, efectuar fajas perpendiculares a su procedencia.
Los días en los que la velocidad del aire sea superior a 20 kilómetros por hora, con una sequedad extrema y la superficie de trabajo sea igual o superior a 20 hectáreas, el trabajador deberá contar "con un tractor, apero de gradas o similar, para arar una franja de diez metros en las zonas limítrofes" a la zona arbórea. Y parará de inmediato si las circunstancias meteorológicas entrañan algún riesgo.
Sanciones
El año pasado, con la aplicación de este protocolo ya en marcha, no se produjo ningún incendio por este motivo, mientras que en 2022 se registraron dos. Las Brigadas Especiales de Incendios Forestales investigan el cien por cien de los daños a la vegetación con este origen. Y, desde el Gobierno regional, consideran que "su trabajo ha demostrado que una de las principales causas es la negligencia o imprudencia en el uso de maquinaria", lo que puede suponer un delito medioambiental".
El dispositivo especial también supervisa que las tareas agrícolas no interfieran en la reproducción de aves protegidas de hábitos esteparios, como aguiluchos, avutardas o sisones.
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