
Madrid enamora
Madrid sigue enamorando a quien vuelve
Laura y Guillem llevaban décadas sin pisar la capital y decidieron hacer un tour a pie para sentir de cerca la historia de Madrid.
A veces hay que alejarse de algo para valorarlo de verdad. Eso les pasó a Laura Falgarona y Guillem Ferrer, dos catalanes que no habían vuelto a Madrid en mucho tiempo. Cuando por fin decidieron regresar, eligieron hacerlo caminando por el centro histórico.
"Hace 30 años estuve con el instituto y claro, tengo un recuerdo muy vago... y ahora ha surgido la oportunidad para venirlo a visitar y aquí estamos", explicaba Laura, natural de Sant Joan les Fonts, en Girona. Para ambos, volver a Madrid era una meta que ya no querían postergar.
Durante más de dos horas y media, ambos visitantes recorrieron las calles más emblemáticas del Madrid de los Austrias acompañados por Mariana, guía turística profesional de la empresa Madrid a pie. El itinerario incluyó lugares como la calle del Codo, la Plaza Mayor, la Calle Mayor, la Plaza de la Villa y los alrededores del Palacio Real.

Entre las historias más llamativas que escucharon estuvo la del gran incendio de 1631 en la Plaza Mayor. Según cuenta la tradición, las autoridades ordenaron sacar la momia de San Isidro al centro de la plaza esperando que obrara un milagro y lloviera para apagar el fuego. Aunque el milagro no ocurrió, la devoción al santo patrón de Madrid no hizo más que crecer.
"Me ha llamado la atención del casco antiguo ver 'detalitos'... los detalles de las baldosas, los nombres de las calles... la deferencia del Ayuntamiento con los comercios centenarios", comentaba Laura, visiblemente emocionada con el recorrido. La arquitectura y las anécdotas de los Austrias fueron otros de los aspectos que más la conquistaron.
A Guillem le cautivó por completo la experiencia: "Es sorprendente que te expliquen la verdad de la historia y todas estas medio leyendas, medio verdades...". Lo que más le gustó fue aprender a observar cosas que habitualmente no se notan: "Si no, vas andando por las ciudades, pero no te fijas ni por arriba ni por el suelo. Por ejemplo, las baldosas que hay con los establecimientos de más de 100 años. Eso es parte de la historia".
Para ambos visitantes, la experiencia les permitió descubrir aspectos que habrían pasado desapercibidos. "Con una guía de libro, a lo mejor pues no te paras a mirar. En cambio, así nos ha encantado todo", valoraba Laura.
El tour concluyó frente al Teatro Real, pero para Laura y Guillem el paseo no terminó ahí. Se despidieron de su guía rumbo al Templo de Debod para contemplar la puesta del Sol, cerrando así una jornada que les pareció corta.
Madrid, la ciudad más visitada de España, sigue demostrando que siempre tiene algo nuevo que ofrecer, incluso para quienes creen conocerla.
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