
La semana
Más Madrid, en el abismo: del terremoto de Errejón al «acoso» a Arenillas
Las acusaciones de la diputada abren otra grieta en el trance que vive el partido de Manuela Bergerot

El cambio de guion de la diputada de Más Madrid, Loreto Arenillas, ha salvado esta semana a la formación del hundimiento, pero la mantiene en el abismo. La que fuera jefa de gabinete de Ínigo Errejón pasó de una posible salida del partido y su adscripción al Grupo Mixto a mantener su acta y denunciar a la dirección por «acoso». Desde que estalló el tsunami por acusaciones de presuntas agresiones sexuales del fundador del partido, la parlamentaria regional ha asegurado que Más Madrid ha tratado de convertirla en un «chivo expiatorio». En el centro del escándalo, la diputada señalada por ocultar una acusación contra Errejón en redes sociales en 2023, ha decidido no dejar el acta, como le han solicitado desde su grupo, al que asegura que informó de lo ocurrido.
La ministra de Sanidad y líder de Más Madrid, Mónica García, en la diana de sus compañeros de Sumar y de sus adversarios en Podemos, ha sumado esta semana otro problema a la grave situación de su partido. Arenillas no se va al Grupo Mixto, pero lleva al Comité de Garantías el «acoso» al que dice le ha sometido la dirección de Más Madrid. Al poco de estallar el escándalo, la cúpula se apresuró a anunciar su cese de los cargos orgánicos y pedirle su acta de diputada. Con su expulsión, el partido quiso cortocircuitar la marea de críticas y acusaciones por encubrimiento de denuncias contra Errejón, pero la estrategia no zanjó la crisis. El cambio de guion de la coordinadora de Más Madrid ha abierto otra grieta en el trance que vive el grupo: no se va y los denuncia por «acoso».
Su salida hacia la «bancada» de no adscritos hubiera colocado al PSOE como líder de la oposición. Ello supondría una considerable pérdida de fondos para Más Madrid, convertida en tercera fuerza en la Asamblea al resolverse en favor de los socialistas el empate en las urnas en 2023. El volantazo de la diputada despeja, de momento, ese escenario y pone en manos del Comité la resolución de su denuncia después de dejar claro que la Ejecutiva no tiene capacidad de exigirle la renuncia de su condición de diputada ni cesarla en sus cargos orgánicos.
Arenillas ha cargado contra el «triumfeminatus» de Más Madrid, avivando la crisis interna que esta semana han escenificado Mónica García y las portavoces de la Asamblea y el Ayuntamiento de Madrid, Manuela Bergerot y Rita Maestre.
El escándalo se ha llevado por delante a la que fuera directora de Gabinete del ex portavoz parlamentario de Sumar en un intento por atajar el conflicto, pero su predecesora no parece dispuesta a dar su cabeza a cambio de nada al entender que la dirección no consideró relevante el incidente de hace un año del que ella informó.
Se trata de la acusación de una mujer en un concierto en Castellón protagonizado por Errejón. Según la versión de la parlamentaria, la organización decidió no activar los protocolos establecidos en los Estatutos pese a su información.
Las explicaciones de las líderes de Más Madrid esta semana no han despejado las dudas acerca de si conocían o no los hechos. Lejos de ello, la vicepresidenta del Gobierno y líder de Sumar, Yolanda Díaz, intentó al principio descargar responsabilidades sobre Más Madrid, marcando distancias con la formación. Luego dijo que expulsó a Errejón 48 horas después de conocer lo sucedido y justificó que no actuó con el caso de 2023 porque Más Madrid lo cerró.
En la formación de la ministra de Sanidad los acontecimientos han aflorado las crisis internas y la versión de Arenillas puede complicar aún más el futuro. Ni Mónica García, ni Manuela Bergerot, ni Rita Maestre han sido capaces de dar una versión convincente de los hechos. Mientras, la parlamentaria madrileña ha denunciado la utilización de su persona para cerrar una crisis cada vez más grande.
El escándalo ha ido creciendo mientras las responsables del partido intentan poner un cortafuegos con su fundador insistiendo en el desconocimiento de los hechos. A su vez, los partidos integrados en Sumar reniegan del que fuera su portavoz. En el mejor de los casos, argumentan que no pertenecía a su espacio. En el peor, según se mire, se intuye un regocijo de venganza, como en Podemos.
Arenillas no descarta acudir a los tribunales para defenderse del «abuso de poder» que cree que la Ejecutiva de Más Madrid ha desplegado contra ella. Mientras, el partido organiza en los distritos de la capital unos encuentros para responder a una «necesidad de juntarnos, de ser escuchados y de reflexionar de forma colectiva».
Lo que se conozca que escuchan y saben unos y otros será clave para la reorganización o extinción del espacio fundado por Errejón tras abandonar Podemos y la reconfiguración de la izquierda. El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, advertía esta semana de que si las acusaciones y denuncias de mujeres a Errejón no le hubieran afectado a él, el ruido en las calles sería atronador, frente al asfixiante silencio que rodea a Más Madrid. Sin entrar en más consideraciones sobre las consecuencias de la conducta de Errejón en un partido que se sustenta en la defensa de un modelo de feminismo, el alcalde aseveró que «en vez de inundar las calles prefieren seguir encubriendo. Tanto Mónica García, como Yolanda Díaz, como usted -dirigiéndose a Rita Maestre- no merecen seguir en política porque lo sabían y le encubrieron».
La crítica de Almeida vino después de que la portavoz municipal, ex pareja de Errejón, criticara durante el pleno «las repulsivas, repugnantes y vergonzosas risas y sonrisas del PP cuando se habla de agresiones sexuales, cuando se habla de víctimas». Más Madrid le recordó el caso de Nevenka Fernández en Ponferrada. Almeida zanjó tajante: «Lo repugnante no es la reacción del PP, sino su silencio durante todos estos años con Íñigo Errejón. Lo verdaderamente repugnante es que ustedes lo sabían y le encubrieron».
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