Entrevista
Miguel de Lucas: «Un lugar para la relajación y el deporte: Será la ensoñación de una playa idílica»
Ya se ha confirmado la construcción de una playa artificial en la ciudad. El precio variará en torno a la demanda. Está pensado para acoger a todos los niveles económicos
Madrid supera su «pero» más repetido: la falta de playa. Tanto los nacidos en la capital como sus hijos adoptivos coinciden en que la ciudad atrapa y engancha, pero que el mar, y sobre todo durante las altas temperaturas del verano, se echa en falta. Hace dos años nació una idea que ya se pone en marcha y se espera con muchas ganas para el 2025. El club Atlético de Madrid, la firma inversora Teras Capital y la empresa vasca Wavegarden han llegado a un acuerdo para construir en los alrededores del estadio Civitas Metropolitano —al este de la capital de España y a 10 kilómetros de la Puerta del Sol– una playa artificial de olas. El gerente de Teras Capital, Miguel de Lucas, ha revelado a LA RAZÓN el cómo, cuándo y por qué de este proyecto. «Han sido años de buscar el suelo y socios adecuados, estructurarlo financieramente, etc. No ha resultado nada fácil encontrar una buena ubicación que acogiese este tipo de actividad, pero gracias al Atlético del Madrid, al que le encantó la propuesta, y a que tengamos la licencia de exclusividad, lo hemos conseguido», explica de Lucas.
Una inversión cuyo presupuesto oscila entre los 200 millones de euros. La idea de este proyecto se compone de cinco hectáreas pensadas para el ocio y disfrute, tanto a nivel deportivo como con la construcción de «infinity pools» donde poder bañarse, tomar el sol y descansar. «Será la ensoñación de una playa idílica», manifiesta Miguel de Lucas. Lo único que lo diferenciará, se espera, de una playa real será su agua dulce ya que disponen de una captación muy grande en el propio terreno. «Queremos ser totalmente sostenibles», manifiesta el gerente.
No solo se trata de una noticia positiva para la creación de puestos de trabajo en la Comunidad, sino que también se convierte en un atractivo turístico y respiro para los madrileños que no pueden escaparse a la costa durante el verano. Existen otros lugares como Bristol o Suiza, que funcionan y reciben muchos españoles para surfear. «Hay muchas expectativas de futuro. Primero, porque estará situado cerca del aeropuerto; segundo, por la afluencia turística que recibe Madrid durante todo el año; y tercero, por estar en zona deportiva».
La nueva ciudad deportiva
Además, la inversión está «perfectamente sostenida con estudios de demanda. Se hacen en anillos concéntricos alrededor de la instalación y revelan que fomentará un turismo local y nacional que supondría hasta una y dos horas de conducción. Contará con metro a pie de estadio, lo cual tendrá una conexión directa con la ciudad y a nivel Comunidad atraerá alrededor de siete millones de habitantes. Estamos tranquilos y más que sobrados con los resultados, aunque a la hora de hacer previsiones siempre se suele ser bastante conservador», explica de Lucas.
Olas alejadas de la costa
La compañía encargada de construir esta playa artificial con olas es Wavegarden, situada en el País Vasco. La experiencia de la empresa la acreditan las siete instalaciones similares en distintos países. Este proyecto representa un logro significativo para Wavegarden, ya que reafirma su objetivo de acercar el surf y su estilo de vida a lugares que carecen de mar. La tecnología que abarca Wavegarden tiene la capacidad de generar hasta 1.000 tipos de olas en una hora. Esta misma empresa enfoca su trabajo a la sostenibilidad, por ello incluye la reducción del malgasto de agua al perderse solamente por evaporación.
Lo cierto es que nadie podía imaginar que en Madrid podría practicarse surf, y menos durante todo el año. Ahora, en cambio, es una realidad que transformará una nueva ciudad del deporte con numerosas posibilidades de ocio y servicios. «Estamos seguros que supondrá un alto beneficio para la economía y el turismo en la capital», comenta de Lucas. Y como una playa no se entiende igual si no le acompaña un chiringuito, Madrid no será la excepción: una amplia oferta de chiringuitos, beach clubs y conciertos nocturnos amenizarán casi todas noches de verano. «Y una de las cosas más importantes es que la demanda del proyecto se extiende al año entero, porque los surfistas tienen la capacidad de comprarse un traje de neopreno y meterse a agua con temperatura de hasta siete y cinco grados. Por lo que en verano tendrá una superdemanda, en primavera y otoño será la época perfecta, pero en invierno tampoco irá mal».
En cuanto al precio, «será variable en torno a la demanda», explica de Lucas: «En invierno será bastante económico y en verano subirán los precios. Es un negocio que tiene un número limitado de horas surfeadas al día y al año. Está pensado para acoger a todos los niveles económicos. En caso de que no se vaya a surfear, las tarifas serán muy parecidas a las piscinas públicas que acostumbramos a ir en verano», añade.
✕
Accede a tu cuenta para comentar