Madrid

Los sintecho de Barajas cinco meses después: 70 en recursos y seis con vida autónoma

El Ayuntamiento de Madrid hace balance de su gestión de la crisis. Consideran que "se ha cumplido el objetivo"

El concejal José Fernández, durante la presentación del balance
El concejal José Fernández, durante la presentación del balanceAyuntamiento de Madrid

A finales del pasado mayo, la T-4 de Barajas se había convertido en un descomunal albergue. Una realidad oculta durante meses que, finalmente, se hizo visible: centenares de personas sin hogar pernoctaban en sus instalaciones. Tras un enfrentamiento entre el Ayuntamiento de Madrid y Aena que aún hoy sigue dando coletazos, se pasó a lo verdaderamente importante: ayudar a estas personas. Cinco meses después, en Cibeles consideran que "se ha cumplido el objetivo".

Así, ocho de cada diez personas sin hogar que pernoctaban en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas han encontrado una alternativa estable de alojamiento o han recuperado su autonomía personal, tras su paso por el dispositivo temporal habilitado en el Centro de Acogida de Emergencia Pinar de San José. En total, 82 de las 102 personas atendidas entre el 14 de julio y el 20 de octubre han sido derivadas a otros recursos municipales, han retornado a su país de origen o han iniciado una vida independiente.

Ese es el balance presentado este martes por el delegado de Políticas Sociales, Familia e Igualdad, José Fernández, acompañado por el concejal del distrito de Latina, Alberto González, quienes destacaron la eficacia del dispositivo como espacio de transición hacia recursos de mayor estabilidad. “El centro ha cumplido su objetivo: ofrecer una respuesta inmediata, digna y personalizada a quienes dormían en el aeropuerto, y acompañarles en su proceso de inclusión social”, subrayó Fernández.

Durante los tres meses de funcionamiento, el recurso ha registrado más de 8.000 estancias. Los usuarios, 76 hombres (75%) y 26 mujeres (25%), presentan perfiles muy diversos tanto en edad como en situación personal: predominan los grupos de entre 46 y 56 años y los mayores de 65 años. Más de la mitad son de origen extranjero (55%), mientras que el 45% tiene nacionalidad española.

Itinerarios personalizados

La heterogeneidad de los casos atendidos ha exigido un abordaje individualizado. En el centro Pinar de San José convivieron personas con un sinhogarismo reciente, que requerían recursos preventivos o de transición, junto a otras con una larga permanencia en la calle y un deterioro más acusado. Según el Ayuntamiento, el 50% de los usuarios contaba con algún tipo de ingreso -por trabajos temporales, pensiones o prestaciones-, mientras que el 25% presentaba problemas de adicciones y el 20%, dificultades de salud mental.

En todos los casos, las personas tenían algún tipo de vinculación con Madrid, bien por estar empadronadas, o por haber sido previamente atendidas por los Equipos de Calle, SAMUR Social o los centros de servicios sociales municipales. Esta coordinación ha sido clave, destacó Fernández, para garantizar un seguimiento continuo y facilitar la posterior derivación a los distintos recursos municipales.

De las 102 personas atendidas, seis han logrado recuperar su autonomía y acceder a una vivienda o empleo que les permite vivir de manera independiente. Otras seis solicitaron el retorno a su país de origen, un proceso en el que el Ayuntamiento les ofreció acompañamiento administrativo y logístico.

El grueso del grupo, un total de 70 personas, ha sido derivado a recursos sociales específicos de la red municipal o de otras administraciones. En concreto, 64 de ellas han accedido a la Red Municipal de Atención a Personas Sin Hogar, que cuenta con seis centros de acogida -San Isidro, Juan Luis Vives, Puerta Abierta, Pedro Meca, La Rosa y Beatriz Galindo-, además de programas de vivienda como Housing First o Housing LED, y el dispositivo No Second Night, destinado a mujeres sin hogar.

Otras seis personas fueron derivadas a recursos de otras redes públicas. Entre ellas, una persona ha ingresado en una residencia de mayores de la Comunidad de Madrid, y se prevé que en las próximas semanas se formalicen nuevos traslados para mayores de 65 años actualmente alojados en recursos municipales.

Cinco abandonos

No todos los casos se cerraron con éxito: cinco personas abandonaron voluntariamente el centro, ocho lo hicieron por otros motivos, y siete rechazaron ser derivadas a una plaza estable. “Como marca la Ley 12/2022 de Servicios Sociales, toda intervención debe ser voluntaria. No se puede obligar a nadie a aceptar una derivación”, recordó Fernández.

El dispositivo del Pinar de San José se puso en marcha mediante un contrato de emergencia dotado con 932.000 euros, destinado a ofrecer una respuesta inmediata y digna a las personas que dormían en el aeropuerto. La gestión ha contado con la coordinación de los principales servicios sociales del Ayuntamiento: los Equipos de Calle, encargados de la detección y derivación; el SAMUR Social, que pilotó el dispositivo; y la Puerta Única de Entrada (PUE) a la Red de Atención a Personas Sin Hogar, responsable de evaluar los casos y gestionar el acceso a recursos estables.

El centro se clausuró el 20 de octubre tras cumplir su función temporal, y en estos días se está acondicionando para acoger la Campaña del Frío 2025-2026, que se desarrollará del 23 de noviembre al 31 de marzo. Este dispositivo, también coordinado por SAMUR Social, dispondrá de 432 plazas para reforzar la atención a personas en situación de exclusión residencial durante los meses más duros del invierno.

Estrategia Dignitas

El Ayuntamiento de Madrid enmarca esta actuación dentro de su Estrategia Dignitas 2022-2027, el plan municipal para combatir el sinhogarismo desde una perspectiva centrada en la dignidad y la recuperación de los proyectos de vida. Fernández subrayó que el objetivo del Consistorio es “acompañar a las personas sin hogar en todo su itinerario, desde la calle hasta la plena integración sociolaboral”.

En esta línea, los Equipos de Calle, presentes en los 21 distritos de la ciudad, han intensificado su trabajo en 2025 con la incorporación de 18 nuevos profesionales —psicólogos, trabajadores sociales, educadores y mediadores—, hasta alcanzar una plantilla total de 60 personas. Su labor se centra en generar vínculos de confianza con quienes viven en la calle para facilitar su acceso a los recursos sociales.

La Red Municipal de Atención a Personas Sin Hogar, que actualmente cuenta con 1.200 plazas, se ampliará en 2026 con la apertura de un nuevo centro de acogida y el incremento del programa Housing First. Madrid, hogares para la autonomía, que pasará de 100 a 142 plazas. Con ello, el Ayuntamiento pretende consolidar un modelo de intervención que priorice la vivienda estable y la inserción laboral frente a las soluciones meramente asistenciales.

“Madrid está avanzando hacia un modelo más humano y más eficaz en la atención a las personas sin hogar. No se trata solo de dar un techo, sino de ofrecer un futuro”, concluyó Fernández.