Vacaciones
Sugerencias especiales para una Semana Santa inolvidable
No hace falta irse muy lejos: la Provenza española, gastronomía, terraza 360º y el show más cañí
Lo llaman la Provenza española. A tan solo una hora de Madrid se encuentra una propuesta para escaparnos en Semana Santa que agrupa todo lo que podría significar el concepto de vacaciones: desconexión, gastronomía, naturaleza, relajación y cultura. Castilla Termal lidera una propuesta de turismo de excelencia, enfocada en proporcionar a sus huéspedes el bienestar en su versión más holística.
Desde la empresa cuentan a LA RAZÓN que uno de sus sellos distintivos pasa por su enfoque integral en la sostenibilidad, que abarca desde la protección del medio ambiente hasta prácticas económicas y sociales responsables. Su compromiso se refleja en acciones concretas que salvaguardan el patrimonio, el entorno natural y fomentan el progreso local.
Presentan una oferta de cinco hoteles distribuidos desde Valladolid hasta Cantabria, cada uno situado en edificaciones históricas, algunos declarados como Bien de Interés Cultural. Su más reciente incorporación, Castilla Termal Brihuega, destaca como el único hotel 5 estrellas en la provincia de Guadalajara, reafirmando su compromiso con la excelencia y el respeto por la historia y la naturaleza.
Castilla Termal Brihuega, situado en la histórica Real Fábrica de Paños del siglo XVIII en Guadalajara, ocupa un edificio singular de planta redonda. Fundado por Fernando VI en 1750, este emblemático lugar ha sido testigo de diversos eventos a lo largo de la historia, desde su función como sucursal de la factoría de Guadalajara hasta su uso como cuartel francés durante la Guerra de la Independencia. El hotel cuenta con habitaciones con ventanales panorámicos que ofrecen vistas al pueblo y al valle circundante, cuenta con jardines de estilo versallesco. Además, sus instalaciones de bienestar incluyen una infinity pool junto a una gran zona verde, así como áreas de relax y wellness.
Bajo la cúpula se encuentran la cafetería y el restaurante. La base de todo nace de las raíces de Castilla la Mancha y su máxima es la apuesta por el producto local y de temporada. Entre sus platos destacan la terrina de foie al armagnac y oporto, con crema de higos confitados; o la trucha ahumada con ajoblanco de piñones de Pedrajas. También carnes y pescados de temporada. El rincón del dulce ofrece propuestas atractivas como la tarta cremosa de queso de oveja o el borrachito alcarreño.
Desde Brihuega informan a LA RAZÓN que no solo es una opción perfecta por su propuesta vacacional, sino por su apuesta por el medio local o el compromiso con la sostenibilidad. «El 75% de las personas que trabajan aquí, viven cerca. Esto, además de sostenible, es una defensa de patrimonio local». Un dato que no pasa desapercibido en tiempos donde la España vaciada no está en tela de juicio sino que es una realidad a la que hacer frente.
Además, la sorpresa no solamente ocurre a las puertas de esta antigua fábrica tan bien conservada, pues también cada paso entre sus paredes continua siendo un asombro. El respeto a los antiguos suelos y paredes de piedra, los altos techos y, como no, la gran puerta que abre al exterior. El atardecer desde este lugar es todo un regalo, así como la posibilidad de ver Brihuega desde los pies, como por ejemplo el Castillo de la Peña Bermeja, los campos de lavanda en temporada (ideal en julio) o la Iglesia de San Miguel.
Cabe destacar el trato del personal, entregado en el servicio y atención, así como en enseñar el valor del municipio y su patrimonio.
Gastronomía con historia
Pocas ciudades cuentan, como Madrid, con un restaurante que tenga tanta historia. Zalacaín es un clásico de la ciudad pero que ha sido reconocido a nivel internacional. Desde 1973 lleva sirviendo comidas y creando platos convertidos en insignias.
Desde 2021, el equipo de Zalacaín, está liderado por Íñigo Urrechu y cuenta con profesionales de renombre como Jorge Losa en la cocina, Roberto Jiménez y Luís Miguel Polo en el servicio, y Raúl Revilla como sumiller. Su carta sigue respondiendo a los paladares más clásicos y también a la cocina de innovación. Su carta presenta platos emblemáticos como el búcaro «Don Pío» y el tartar de lubina, junto con nuevas incorporaciones como los Callos de Jorge Losa, ganadores del campeonato mundial de callos en 2021. Los postres siguen respetando la tradición de este lugar, con los crepes Zalacaín o la tarta de queso ahumada.
«De picos pardos»
Si lo que buscan es un ambiente festivo, con el buen tiempo es casi obligatorio disfrutar de las terrazas de Madrid. La oferta es infinita y la siguiente se trata de una de las más demandadas del centro de la ciudad.
En este contexto, BLESS Hotel Madrid se erige como una excelente elección para alojamiento y restauración, ofreciendo experiencias únicas para descubrir la ciudad y espacios gastronómicos exclusivos. Desde el restaurante Pinzelada Lounge (apto para comidas y cenas) hasta el espectacular Picos Pardos Sky Lounge by Martini, con sus vistas panorámicas de 360 grados ideales para disfrutar de impresionantes atardeceres acompañados de un cóctel.
El show más castizo
Este plan no puede faltar. Ni turistas visitantes ni residentes pueden perderse este homenaje a la cultura española como es el flamenco. En plena Puerta del Sol, más en concreto en la Calle Victoria, encontramos el tablao flamenco La Carmela.
Desde su apertura en junio de 2021, se ha posicionado como uno de los tablaos flamencos de referencia a nivel nacional, y se convierte en «el plan ideal para disfrutar de la inmersión cultural y gastronómica más castiza de la capital», cuentan desde La Carmela, en cuyos escenarios han estado bailaores de máximo prestigio.
Durante la Semana Santa es uno de los planes estrella que se puede vivir en familia, amigos o en pareja, será una cierto. Además de la opción de un menú especialmente elegido para la ocasión, e invitarán, también, a todos sus asistentes a una copa de champán de bienvenida.
Apertura con guiños a la cocina libanesa
Reem Jundi y Rayan El Hamoush, traen desde El Líbano una reinterpretación de la auténtica cocina libanesa, para ofrecer un concepto gastronómico que se basa en la fusión de distintas culturas. Onoé Bistró, inspirado en el espíritu acogedor de las casas libanesas, llega al barrio Salamanca (Hermosilla, 65) con una propuesta de su cocina natal con toques mediterráneos.
En su carta destacan platos como la burrata Onoé, una reinterpretación del clásico italiano, ya que todo se asienta sobre una tradicional musakaa libanesa. El Shish Momo es quizás el plato más especial del bistró libanés, ya que es un viaje por la cocina familiar de Reem Jundi, una preparación ideada por su padre que combina la carne de solomillo de ternera (con la crema de cacahuete), el hummus y la muhammara.
Curiosidad: ya hay vacaciones inmersivas
En Madrid se encuentra Zero Latency, el mayor espacio de realidad virtual de Europa. Para aquellos que se quedarán en la ciudad, cuentan con experiencias para todos los públicos a través de su tecnología inmersiva Gen3. Sí, han leído bien: se puede viajar sin salir de casa. Entre las ofertas sugeridas, destaca disfrutar del mar en una ciudad sin playa, vivir un apocalipsis zombie o estar secuestrado en una isla paradisíaca. Los planes están elaborados para mayores y niños. Han empleado la captura de movimiento con actores reales y, a partir de ahí, la compañía ha creado experiencias realistas. Ya todo es posible.
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