Las tablas que elevan el flamenco a lo más alto

Se acaban de cumplir trece años desde que la UNESCO declaró el flamenco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. El pasado jueves, 16 de noviembre, celebró su Día Internacional. Sin embargo, su historia se remonta cerca de un siglo atrás. El nacimiento de tablaos flamencos en la capital ha sido esencial para el desarrollo de este arte. Fue en los años 50, cuando tuvo lugar un apogeo del cante, el baile y la guitarra en la capital y definió en su actividad el concepto de tablao moderno. Un concepto que asumieron la mayoría de los tablaos de entonces, tanto en Madrid como en el resto de España.

«Por muchas circunstancias, la capital se convirtió en el faro emisor del mundo de los tablaos y del flamenco. Todos los grandes artistas, venían hasta aquí y creo que es algo que ha sido muy importante para la historia del flamenco», explica Juan Manuel del Rey, presidente de la Asociación de Tablaos Flamencos de Madrid y de la Asociación Nacional de Tablaos Flamencos. Esto, a su vez, ayudó a dar estabilidad y permitió que muchos de ellos pudiesen vivir de su arte. «El flamenco no sería lo que es hoy sin la explosión que hubo de los tablaos en España y en concreto, en Madrid, que han llegado a nuestros días y se han convertido en patrimonio cultural de la ciudad».

Por otro lado, los tablaos en su conjunto, no han sido únicamente la escuela y el sustento de muchos -en la actualidad, el 95% de los artistas del flamenco trabajan en ellos-, sino que también han sido una de las vías más notorias con las que esta manifestación artística se ha dado a conocer al resto del mundo. «Los artistas que vienen para subirse a las tablas de cualquier tablao, son una fuerza de la naturaleza que traspasa las sensibilidades de todo el público. Tienen esa calidad y capacidad de transmisión impresionante y que es imparable», apunta del Rey, también al frente del emblemático Corral de la Morería (de la Morería, 17). Este mismo año, El New York Times, publicó un artículo en el que analizaba la oferta cultural que tiene la capital y sitúo a este en el número uno. «Creo que entendieron que es una experiencia que va más allá de otras muchas culturales que hay en el mundo y que son también maravillosas, pero considero que lo que nosotros ofrecemos está a un nivel más». Por detrás de este, la publicación americana incluyó grandes iconos mundiales como el Museo del Prado, el Reina Sofía o el Palacio Real. «Yo diría que vieron el flamenco como un elemento diferenciador e identificativo de la ciudad y por ello lo han valorado como lo más importante», sentencia.

El Corral de la Morería es uno de los veintidós tablaos con los que cuenta capital y uno de los trece que pertenecen a la Asociación de Tablaos de Madrid. Es un icono y ha vivido momentos increíbles a lo largo de su historia a todos los niveles. En los últimos 70 años, se ha convertido en el escenario en el que más artistas y más importantes han actuado en toda la historia del flamenco –Paco de Lucía estrenó «Entre Dos Aguas», Camarón subió a su escenario con solo 13 años, Pastora Imperio, El Cigala, Mario Maya…- y le han visitado grandes personalidades del mundo como Richard Gere, Nicole Kidman, Jennifer Aniston, Harrison Ford o Demi Moore, entre otros. Por si esto fuera poco, puede decir, que es ahora cuando está viviendo su mejor momento. Ha recibido el Premio al Mejor Tablao Flamenco del Mundo por el Festival Internacional del Cante de Las Minas; acaba de recibir la máxima distinción gastronómica en España, los Tres Soles de la Guía Repsol 2023 -solo dos restaurantes en España han conseguido Tres Soles este año-; y fue nombrado Mejor Restaurante del Año en Madrid en 2022. «Esto ha sido posible fundamentalmente por los artistas que viene aquí. Todo gira alrededor de ellos, solo hemos querido que la experiencia al completo estuviese a ese nivel que nos dan ellos», comenta.

El pasado jueves, con motivo del Día Internacional del Flamenco, se subía a sus tablas Rafaela Carrasco, Premio Nacional de Danza 2023, para ofrecer dos pases muy especiales y que fueron todo un éxito. En las próximas semanas, contarán con la presencia de María Moreno y Jesús Fernández. «Nuestra programación cambia cada semana, pero nos centramos en las grandes estrellas del flamenco actual», y añade, «para nosotros y para el público es un verdadero lujo disfrutar de los artistas que están liderando la vanguardia del flamenco en su entorno natural, a pocos metros de distancia». La transmisión que se produce ante tal experiencia, también en los teatros, se ve amplifica da a distancias cortas. Solo así, puede producirse una conexión público-artista tan especial y da lugar a emociones únicas y especiales. Es por esto, que tantos artistas acuden hasta allí para «alimentarse» de ese contacto con el público que es tan importante en el flamenco y para seguir sintiéndose parte clave de su arte.

Frente a estas propuestas más clásicas, la capital ofrece algunas más renovadas. Ejemplo de ello es el Tablao La Carmela (de la Victoria, 4), a punto de cumplir sus tres años de vida. «Nació para ofrecer un punto de más show, le hemos dado una vuelta al sonido, a la iluminación y a la puesta en escena. Ofrecemos un gran espectáculo de teatro pero en un tablao», afirma su directora, Raquel Martos. Aunque sus inicios no fueron fáciles, abrieron en plena pandemia, en su corto recorrido han logrado posicionarse como un tablao de referencia. Esto ha sido posible gracias a su apuesta por las grandes figuras y los artistas más reconocidos del flamenco. Por sus tablas ya han pasado Remedios Amaya, Antonio Canales o el «Farru». Y tras su dirección artista está otro grande, el bailaor Juan Andrés Maya. «La acogida ha sido muy buena, hemos conseguido tener un público tanto internacional como nacional y esto también ha sido posible gracias al continuo cambio que hacemos en la programación y la oferta gastronómica», explica. En las próximas semanas, contarán de nuevo con la actuación de Antonio Canales y Juan Andrés Maya. Para ellos, lo más importante es ofrecer una experiencia de nivel y a la altura de los grandes tablaos con los que comparten ciudad.

Las diferentes propuestas que ofrecen los tablaos de la capital son solo puertas que invitan a descubrir el apasionante mundo del flamenco. Repartidos, en su mayoría, por el centro de la capital, los hay aptos para todos los gustos y bolsillos. En todos ellos se puede descubrir desde los bailaores más emergentes hasta las figuras más importantes de las tablas. Un ejemplo más de la diversidad y vocación de «acogida» que tiene esta región. Son todos ellos, necesarios e importantes, para satisfacer el amplio público que la capital acoge de forma ininterrumpida.