Huelga
La Universidad Complutense desmiente que esté en riesgo el pago de nóminas
Los estudiantes exigen más fondos para los campus mientras Sol cree que es una «huelga politizada»
Estudiantes y profesores de las seis universidades públicas madrileñas participaron una jornada de huelga y volverán a hacerlo hoy para protestar ante lo que consideran una situación de «riesgo de existencia» de la universidad pública. La movilización fue convocada por la plataforma de las universidades públicas y contó con el respaldo de organizaciones sindicales de izquierdas (CC OO, CGT, CNT y UGT), que lamentan el «estrangulamiento presupuestario» de la Comunidad de Madrid, a la que consideran responsable de la «amenaza directa al sistema universitario» por la situación de «infrafinanciación» de la Educación Superior.
La protesta tuvo un seguimiento desigual que osciló entre el 70% y el 90%, según CC OO, siendo la Complutense la universidad con una participación más amplia. Por la tarde, un millar de estudiantes y profesores, según fuentes de la Delegación del Gobierno, protestaron frente a la Consejería de Educación, Ciencia y Universidades para reclamar una inversión del 1% del Producto Interior Bruto (PIB) de la región para las seis universidades públicas. Un porcentaje, por cierto, que el consejero madrileño de Educación, Emilio Viciana, considera «imposible de aplicación». Entre otras razones, porque implicaría un gasto anual superior a los 3.000 millones de euros: 2.000 millones más que en 2024 y casi 1.000 millones más que el presupuesto total de las seis universidades públicas, sin tener en cuenta la inflación, tal y como expuso en una carta dirigida a la ministra de Universidades, Diana Morant, para justificar su ausencia en la comisión de trabajo encargada de determinar cómo alcanzar ese porcentaje en toda España. «Si no hay respiro para las universidades, no habrá paz para quienes nos asfixian», advirtieron como proclama los manifestantes frente a la Consejería para exigir más financiación y mostrar su rechazo a la futura Ley de Enseñanzas Superiores, Universidades y Ciencia (LESUC), que establece un nuevo sistema de financiación.
En medio de la protesta, la Universidad Complutense tuvo que salir a desmentir las afirmaciones difundidas por el portavoz en funciones de Más Madrid en el Ayuntamiento de la capital, Eduardo Rubiño, quien dibujó una «situación límite» de la Universidad Complutense (UCM) en la que «no saben si van a poder pagar las nóminas de los profesores a partir de diciembre». Este supuesto, sin embargo, fue desmentido por la UCM a LA RAZÓN.
La protesta se enmarca en un momento en el que se negocia la financiación de las universidades públicas mientras, paralelamente, crece el número de centros privados que encuentran en Madrid un lugar propicio para instalarse.
«Huelga politizada»
Hasta la fecha, las cifras planteadas por la Comunidad de Madrid para financiar a las universidades resultan insuficientes para los rectores. Para el próximo año, el proyecto de Presupuestos prevé un incremento de 75 millones de euros, lo que supone un aumento del 23% desde 2019. Por ello, el consejero portavoz del Gobierno, Miguel Ángel García Martín, calificó ayer la protesta como «una huelga politizada por el PSOE», al recordar que «desde que Isabel Díaz Ayuso es presidenta, la financiación ha crecido cada año».
«Nuestra prioridad es garantizar el derecho del alumno a formarse y que las universidades funcionen con normalidad. Los rectores conocen esta apuesta y seguimos trabajando con ellos para un modelo estable y público», remarcó.
El consejero de Educación, Ciencia y Universidades, Emilio Viciana, también lamentó una protesta que, a su juicio, «no tiene ninguna justificación». Consideró «sorprendente que una parte de la comunidad universitaria y sindical proteste contra la administración que invierte para asegurar el futuro de la universidad pública, mientras asiste complaciente a las cesiones del Gobierno de Sánchez al cupo independentista».