El Madrid del futuro tiene forma circular

Cada español genera una media de 460 kilogramos de residuos urbanos al año. Esto es: el equivalente a seis veces su peso. Este impactante dato es una de las consecuencias del modelo económico lineal que ha imperado durante años, basado en la extracción, producción, consumo y eliminación. Pero esta vieja máxima de «comprar-usar-tirar» implica un alto coste ambiental, tanto a la hora de desarrollar los productos como al acabar su ciclo de vida.

Las administraciones públicas españolas coinciden en que es urgente implantar otro sistema más sostenible. Uno que aproveche los recursos y les dé una nueva vida: la economía circular. En esta línea se celebró, hace unos días, la Semana Europea de la Prevención de Residuos, del 22 al 28 de noviembre. Multitud de comunidades autónomas se sumaron a esta iniciativa para concienciar de la importancia del «cerrar el círculo» de los residuos: reducirlos, recuperarlos, reciclarlos y reutilizarlos.

En este contexto, la Comunidad de Madrid anunció su gran apuesta por la economía verde. ¿El objetivo? Convertirse en un «líder de innovación» en economía circular y que los residuos generados por los ciudadanos, una vez tratados, logren ser reconvertidos en productos nuevos de alto valor con el apoyo de empresas, administraciones públicas y organizaciones sociales. Además, esta estrategia «generará nuevos empleos verdes», según el Gobierno regional.

Para consumar su compromiso, las acciones destinadas a convertir Madrid en una comunidad 100% circular contarán con una inyección económica que se materializará con la aprobación de los Presupuestos autonómicos para 2022. Lo que ya se sabe, es que la región aumentará en un 61,1% la partida destinada a implantar el modelo de economía circular, pasando de los 52 millones de euros que se destinaron en este ejercicio, a los casi 84 millones para el próximo año.

Así lo confirmó Paloma Martín, consejera de Medio Ambiente, Vivienda y Agricultura, quien destacó que «el objetivo del Gobierno regional es financiar las acciones necesarias para avanzar hacia un desarrollo sostenible y cero emisiones». emisiones». Y añadió: «Por ello, apoyamos una movilidad innovadora y limpia, fomentamos la eficiencia energética y las energías renovables e impulsamos el papel de nuestro medio natural y sector primario como sumideros de CO2».

El presupuesto de 2022 también estará destinado a realizar y financiar diversas acciones con el objetivo de avanzar en el desarrollo sostenible de la región, como reducir el consumo de recursos naturales o disminuir la huella de carbono y los desperdicios.

Proyectos innovadores

En este camino por alcanzar la circularidad, la Administración madrileña financiará el 50% de la instalación de las nuevas plantas de tratamiento de residuos que se construyan en la región. Y así, desarrollará proyectos únicos en España, como la primera planta del país dedicada a la producción de hidrógeno verde generado a partir de agua regenerada o, lo que es lo mismo, reciclada. Esta instalación supone una inversión superior a 24 millones de euros. Estará ubicada en el municipio madrileño de Pinto y, a principios del año que viene, ya tendrá operativa la planta fotovoltaica que la alimentará.

La Comunidad de Madrid también que pondrá en marcha en la Ciudad de la Imagen de Pozuelo de Alarcón la mayor electrolinera con carga ultrarrápida de España, con el objetivo de fomentar una movilidad eléctrica, limpia y respetuosa como el planeta. La estación de servicio, ubicada en un punto estratégico de la provincia (cercano a tres de las arterias principales de Madrid como son la M40, la A-5 y la M-11), contará con diez puntos de recarga que ahorrán tiempo al conductor y emisiones a la atmósfera.

Por otro lado, también se continuarán llevando a cabo campañas de sensibilización (dirigidas tanto a ciudadanos como empresas generadoras de residuos sólidos), como la que está vigente ahora mismo, y que continuará hasta el próximo 19 de diciembre. Esta iniciativa tiene por objeto a lanzar mensajes e imágenes para profundizar en el impacto positivo que conlleva realizar una adecuada separación de restos en los ámbitos medioambiental, social y económico.

La campaña incluye mensajes como «le das una segunda vida o lo entierras en el vertedero» o «puedes hacer que destaque o que sea un residuo», con ejemplos reales como unas zapatillas creadas a partir de botellas de plástico, muebles hechos con maderas usadas o electricidad generada con residuos orgánicos.