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Transición energética

El papel de las mujeres en la transición energética

La transición energética justa es uno de los desafíos más importantes a los que se enfrentan la sociedad y la economía

Una mujer en una instalación de placas solares
Una mujer en una instalación de placas solarescedida

La transición energética, es un proceso esencial para mitigar el cambio climático y promover un futuro sostenible, y además representa una oportunidad única para impulsar la igualdad de género en el mercado laboral.

No hay duda de que el proceso de transición energética hacia un modelo descarbonizado y no contaminante es positivo en términos laborales y se espera que esta tendencia aumente en los próximos años gracias a las inversiones que se están llevando a cabo.

Históricamente, la participación de las mujeres en el sector energético ha sido inferior en comparación con otras industrias, y varía ampliamente entre los subsectores energéticos y países. A pesar de representar 48% de la fuerza laboral mundial, las mujeres solo representan 22% de la fuerza laboral en el sector del petróleo y el gas, y 32% en el caso de empleos existentes en energías renovables, según la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA)

Oportunidades laborales emergentes

El panorama energético mundial está experimentando un cambio rápido y de gran alcance impulsado por un crecimiento sin precedentes de las energías renovables. Esta transformación permite una serie de beneficios sociales y económicos, incluido el aumento del empleo. IRENA estima que el número de puestos de trabajo en el sector podría llegar a 29 millones en 2050.

De acuerdo con sus estimaciones, el sector de las energías renovables ofrece diversas oportunidades profesionales a lo largo de la cadena de valor, que requieren diferentes conjuntos de habilidades y talentos. La mayor participación de las mujeres permitiría a este sector en rápido crecimiento aprovechar talentos femeninos, al tiempo que garantizaría una distribución socialmente justa de las oportunidades socioeconómicas de la transformación energética mundial.

Las estimaciones para España también son positivas. El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC 2021-2030) estima esta creación neta entre 253.000 y 350.000 nuevos empleos anuales a lo largo de esta década, de los cuales entre 100.000 y 180.000 pueden corresponder a empleos relacionados con la transición energética a renovables. La mayoría de esto empleos serán de alta o media cualificación y de manera indirecta beneficiarán a la industria manufacturera, a la construcción, al comercio y a la reparación asociada al sector.

Además, en el caso de España la llamada transición energética, supone una gran oportunidad ya que disponemos de excelentes recursos naturales, contamos con centros de investigación que llevan años liderando el cambio y un tejido empresarial que es pionero en muchos desarrollos en este campo.

Cerrar la brecha de género

En este escenario en el que la transición hacia una economía verde está creando una variedad de empleos en sectores como la energía solar, la eólica, la eficiencia energética y la movilidad eléctrica. Las mujeres tienen la oportunidad de ocupar roles clave en estos campos, desde técnicos e ingenieros hasta líderes empresariales.

En España, las mujeres han ocupado el 38,1 por ciento de los nuevos empleos ligados a la transición energética en el periodo 2015-2021, lo que supone un total de 58.136 nuevos empleos ocupados por mujeres. En Europa el porcentaje es el 34 por ciento, ligeramente inferior a los datos de nuestro país.

La participación de las mujeres en el empleo de las actividades vinculadas a esta transición fue del 18,2 por ciento en el año 2022, teniendo en cuenta que ese mismo año el empleo femenino supuso el 47 por ciento en el conjunto de la economía. Este es otro de los principales datos que aporta el estudio ‘El empleo de las mujeres en la transición energética justa en España’, publicado por Fundación Naturgy, en colaboración con el Instituto para la Transición Justa (ITJ).

Se trata del primer informe que proporciona un diagnóstico ajustado y completo sobre la situación de la mujer en el mercado laboral vinculado a la transición energética, utilizando una multiplicidad de fuentes estadísticas.

El estudio refleja que, tanto en España como en Europa, el empleo femenino ha crecido a un ritmo muy superior al masculino en los subsectores de la transición energética, aunque hay que considerar que estos resultados están vinculados a una escasa presencia previa de mujeres.

La conclusión del informe es clara, la evolución es positiva, pero demasiado lenta. Porque, a pesar de los avances, las mujeres todavía enfrentan desafíos significativos en el sector energético.

Cerrar la brecha de género en la ciencia y la tecnología, en general, y en las energías renovables, en particular, continúa siendo una tarea pendiente. Las causas son variadas, pero todas conducen a una clara invisibilidad del talento femenino en el ámbito científico-tecnológico, a una falta de referentes, a un sinfín de estereotipos y a una cultura empresarial masculinizada que “han conducido, todavía hoy, a una disociación entre mujer y tecnología” de la que no es ajena la transición energética, como -explica la directora general de la Fundación Naturgy, María Eugenia Coronado.

Aunque la balanza sigue muy desnivelada, esa grieta tiende a cerrarse. «Son pocas mujeres aún en el sector, sí, pero estamos en el camino para romper esa brecha», subraya María José Sánchez, directora de Recursos en Renovables, Nuevos Negocios e Innovación en Naturgy, partidaria de acelerar ese empuje y trabajar para visibilizar la labor de las mujeres en este campo.

De hecho, Naturgy se ha marcado como objetivo contar «con un 40% de mujeres en puestos directivos y gerenciales en 2025». Este y otros objetivos le han valido a la compañía para ser reconocida como una de las más comprometidas con la visibilidad y promoción de la mujer por Intrama, al lograr el certificado ‘Best Women Talent Company’.