Sección patrocinada por sección patrocinada

Medioambiente

Pobreza energética y justicia social

La pobreza energética es un fenómeno que afecta a millones de personas en todo el mundo

Participantes en el seminario de Fundación Naturgy sobre la cronificación de la pobreza energética
Participantes en el seminario de Fundación Naturgy sobre la cronificación de la pobreza energéticaNaturgy

El Día Mundial de la Justicia Social se celebra cada año el 20 de febrero. La fecha fue designada por Naciones Unidas en 2007 para recordar la necesidad de construir un mundo más equitativo, combatiendo el desempleo, la exclusión social y la pobreza.

La relación entre el acceso a la energía y la justicia social es un tema de creciente importancia en el mundo. Millones de personas carecen de servicios energéticos, lo que perpetúa la pobreza y limita las oportunidades de desarrollo, creando un ciclo de pobreza difícil de romper.

Así se corrobora en el estudio que ha elaborado la Cátedra de Sostenibilidad Energética del IEB-Universitat de Barcelona sobre pobreza energética y que ha publicado la Fundación Naturgy, bajo el título "Comprendiendo la pobreza energética. Un análisis de la persistencia", los expertos alertan de la cronificación de la pobreza energética.

El estudio aborda la dinámica de la pobreza energética en Europa, con especial atención a España, “examinándola desde una perspectiva innovadora, explorando si este problema es persistente o transitorio y analizando los factores que influyen en ambas situaciones, con lo que se brinda información valiosa para los formuladores de políticas que buscan diseñar estrategias efectivas para mitigar la pobreza energética”, asegura Maria Eugenia Coronado, directora de la Fundación Naturgy.

A nivel comunitario, los datos recogidos en el estudio revelan que alrededor de 42 millones de europeos podrían ser denominados pobres energéticos por no poder acceder a unos servicios energéticos esenciales y a precios razonables en su hogar. Un problema que ha empeorado en los últimos años, especialmente en 2023, por el impacto de la crisis energética y de la fuerte subida de los precios del gas y de la electricidad, que siguen afectando principalmente a los hogares más vulnerables. Las cifras ponen de manifiesto la gravedad del desafío al que se enfrenta España junto a otros países mediterráneos y del Este de Europa para paliar este problema.

Factores que cronifican la pobreza energética

El estudio presentado por Fundación Naturgy constata que las medidas que se han puesto en marcha hasta ahora no han resultado útiles para atajar la pobreza energética crónica, aunque probablemente sí la transitoria. Y es que los condicionantes socioeconómicos de los hogares que sufren pobreza energética crónica son más evidentes que en el caso de la pobreza energética transitoria que puede obedecer a factores más coyunturales.

Por eso, los autores ponen el énfasis en el efecto de la cronificación de la pobreza energética, ya que existe un “ciclo de dependencia” del que es muy difícil salir. Las razones que dificultan romper ese ciclo de dependencia son de carácter multifactorial y tienen que ver con circunstancias tan distintas como pueden ser el acceso a umbrales mínimos de ingresos económicos, tener una vivienda en propiedad, trabajar o haber finalizado la educación superior. Todos estos factores aumentan o disminuyen el riesgo de sufrir pobreza energética.

El estudio incide también en otros factores como la desigualdad de género, ya que la brecha salarial y de pensión entre hombres y mujeres se incluye como coadyuvante a la pobreza energética. Del mismo modo que afecta más a aquellos hogares cuyo sustentador principal es una mujer.

Para paliar los efectos de esta cronificación en la pobreza energética, los expertos recomiendan tomar medidas a largo plazo.

En cuanto a las políticas públicas, el estudio señala, que las estrategias actuales en España no abordan adecuadamente la dinámica de la pobreza energética, ya que no distinguen entre pobreza energética transitoria y crónica, ni tienen en cuenta sus factores relevantes.

En consecuencia, recomiendan fortalecer los programas de renovación energética, asegurar una financiación adecuada y simplificar los trámites administrativos. Además, consideran crucial mejorar la coordinación entre las distintas administraciones y promover la colaboración con el sector privado para garantizar que las medidas lleguen a quienes más las necesitan.

Iniciativas para combatir la vulnerabilidad energética

Las empresas de energía en España han implementado diversas estrategias y programas, para mitigar los efectos de la pobreza energética, a través de programas de apoyo, tarifas sociales, planes de eficiencia energética, iniciativas de concienciación y colaboración con otras entidades.

Destaca en este aspecto, la energética Naturgy que, través de su Fundacion, viene trabajando, desde hace varios años, en programas de acción social, incidiendo especialmente en actuaciones destinadas a paliar la vulnerabilidad energética.

El Plan de Vulnerabilidad Energética de Fundación Naturgy, con más de 270.000 beneficiarios, desde su puesta en marcha en 2017, es la principal actividad de apoyo a las familias que viven una situación de vulnerabilidad. Y dentro de este Plan, se consolida el Fondo Solidario de Rehabilitación Energética, como una de las iniciativas con más impacto para minimizar los efectos de la pobreza energética. Desde su lanzamiento, en 2018, ha realizado rehabilitaciones exprés en más de 5.000 hogares vulnerables y centros residenciales.

Para complementar este Plan, impulsa la innovación social vinculada a las energías renovables, fomentando su acceso a colectivos en situación de vulnerabilidad para mejorar sus condiciones de vida. Y a través de la Escuela de Energía ha formado ya a más de 40.000 personas entre técnicos sociales y familias vulnerables.

También impulsa un programa de voluntariado corporativo que impacta en diferentes ámbitos beneficiando, desde 2018, a más de 35.000 personas.

Esta labor que realiza la fundación de la compañía energética, se canaliza a través de entidades del tercer sector, fundaciones, centros educativos, empresas, universidades y administraciones públicas.

En este contexto, destacan, los dos últimos convenios de colaboración suscritos y renovados a finales de año, por Naturgy con Caritas y Cruz Roja.

Concretamente en el caso de Caritas, 70.000 personas vulnerables se han visto beneficiadas por los diferentes programas de lucha contra la pobreza energética que ambas entidades impulsan de forma coordinada desde hace años.

En el caso de Cruz Roja, su alianza conjunta, ha permitido atender a más de 20.600 familias, gracias a programas como el Fondo Solidario de Rehabilitación Energética, la Escuela de Energía o el programa de voluntariado. Estos proyectos se unen a otros más recientes, como los puntos de información rural, que tienen por objetivo ayudar a familias en entornos más alejados de las grandes ciudades.