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Gripe Aviar. La aparición de 70 casos en humanos dispara la alerta
El virus, descubierto en 1997, lleva desde 2020 saltando cada vez más entre especies de mamíferos

En algunos supermercados de Nueva York, la compra de huevos está restringida. Hay menos disponibilidad y, además, los precios se han triplicado en el último año. Comprar una docena entera supone desembolsar casi cinco dólares. Detrás de esta crisis se esconde «un brote de gripe aviar que ha desequilibrado oferta y demanda», según apunta el Departamento de Agricultura del país (USDA). Entre diciembre y enero, dice la entidad, se notificaron 23 millones de casos en aves de granja que terminaron sacrificadas. El gobierno ha anunciado una inversión de mil millones de dólares que se van a destinar a mejorar la bioseguridad en las granjas avícolas, a ayudar a los afectados y al desarrollo de nuevas vacunas. Además, a pesar de su política arancelaria, Trump está dispuesto a comprar huevos a países como Turquía para superar la escasez y a volver a contratar a parte del personal que ha sufrido la oleada de despidos masivos emprendida por su administración alegando razones de «seguridad pública».
El huevo se ha convertido en el icono de una crisis cuyo peligro real es que el virus H5N1 se acerca cada vez más a los humanos. En este sentido, la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) ha llamado a «estar preparados» ante la posibilidad de que la gripe aviar se extienda entre personas. Aunque, a día de hoy, ha habido poca incidencia y no se ha verificado la transmisión entre humanos. Desde que se descubrió el virus en 1997, se han detectado 954 contagios en personas de 24 países y, de momento, para que haya contagio debe haber contacto directo con animales infectados.
Vacas y gatos infectados
Sin embargo, en el último año la situación se ha vuelto algo más compleja. Solo en EE UU hay confirmados 70 casos en personas, un fallecido y, además de las aves de granja, hay decenas de casos de vacas enfermas por el H5N1. Hace un año se confirmó el primer caso de vaca infectada por este virus y, en verano, las autoridades constataron que la gripe aviar ya se estaba transmitiendo de unas vacas a otras. «Desde 2024, el virus ha infectado especies que antes no se veían afectadas», señala Bernhard Url, director ejecutivo de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria. De hecho, como recuerda Elisa Pérez-Ramírez, investigadora del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria del CSIC: «Ha habido una mortalidad inmensa de aves, hasta de casi 400 especies, sobre todo marinas porque crían en colonias, como los alcatraces. Luego estamos viendo estos saltos cada vez más preocupantes a mamíferos (hay hasta 50 especies contabilizadas; las focas o leones marinos de América se están viendo especialmente afectados). También se han detectado brotes en granjas de visones, como en Galicia en 2022, y se ha empezado a detectar en gatos domésticos. Pero el salto que más nos preocupa es el que ha dado al ganado vacuno en EE UU. En solo un año, hay 976 granjas afectadas de vacuno de leche en 17 estados. Desde que conocemos el virus en 1997, hemos tenido brotes importantes, como en 2005-2006, 2016 y 2017. Pero desde 2021 vivimos una situación desconocida, con una extensión masiva del virus entre especies y por todo el globo, incluida la Antártida».
En Europa, el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) y la EFSA han identificado 34 mutaciones genéticas clave que hacen que el virus sea más propenso a saltar de animales a humanos, y también a replicarse, permitiendo la transmisión de humano a humano. En cuanto a la afectación en el continente, según datos de estas organizaciones, entre septiembre y diciembre de 2024 se detectaron 657 virus de influenza aviar altamente patógenos en aves domésticas y salvajes en 27 países. También ha habido afectación en otros animales del entorno de las granjas, como gatos o perros en Italia y Polonia (en EE UU se ha prohibido la venta de una marca de pollo crudo para gatos ante el riesgo de transmisión). En España, el Ministerio de Agricultura declaró el 20 de enero el riesgo alto por gripe aviar y aprobó una serie de medidas preventivas, como la prohibición de la cría de aves de corral al aire libre. En los casos en los se autoriza el mantenimiento al aire libre, las aves deberán estar protegidas por telas que impidan la entrada de silvestres o su acceso a los mismos comederos y bebederos.
Pérdida de biodiversidad
Lo que ha ocurrido en los últimos 3-4 años es grave no solo por las pérdidas económicas –que superan los 300 millones de aves sacrificadas o muertas por el virus–, sino también por el impacto en la biodiversidad. Solo como referencia, la isla inglesa de Alderney ha perdido el 30% de su población de alcatraces.
Jorge F. Orueta, técnico del área de Conservación de SEO BirdLife, detalla que «la gripe aviar está teniendo más incidencia en aquellos lugares donde las aves de granja conviven con silvestres o están próximas a ellas. La situación se agrava aún más cerca de humedales, porque en el agua los virus sobreviven mejor. Además, solían ser las aves migratorias las que expandían la gripe, originando epidemias que se extendían hacia el oeste desde Asia y hacia África, pero ahora la gripe se considera endémica. Esto ha ocasionado unas mortalidades brutales», apunta el técnico, que recuerda que las aves más afectadas son las marinas: «Aparte de sufrir la enfermedad, nos dan mucha información. Es curioso el caso de los alcatraces, que parecen estar cambiando el color de su iris de azul a negro una vez que superan la enfermedad», detalla Orueta.
One Health
Aunque pueda parecernos ajeno lo que sucede en la naturaleza, los veterinarios recuerdan siempre el concepto de One Health, una aproximación que relaciona la salud humana con la de los ecosistemas y la fauna. Y es que los virus de influenza figuran entre los más proclives a provocar una nueva pandemia. «Tienen una tasa de mutación muy elevada, lo que provoca situaciones como que una misma especie se infecte de varios tipos de virus de gripe e intercambien segmentos, de los que puede surgir un nuevo virus más peligroso. Esta característica de los virus de gripe es lo que les ha dado ese potencial pandémico en el pasado. El virus de la gripe porcina de 2009 era un H1N1 y surgió como una triple mezcla entre gripe aviar, humana y porcina. Sabemos que los cerdos tienen mucha capacidad para hacer estas mezclas de virus», explica Elisa Pérez, que recuerda que en los últimos 20 años las zoonosis se están disparando por varios factores como la pérdida de hábitat, la deforestación, el movimiento global de personas y productos o el aumento de las temperaturas, que «dispara las poblaciones de mosquitos y garrapatas, vectores de transmisión de epidemias como la del Zika o el virus del Nilo Occidental, tan presente el año pasado en Andalucía», comenta.
Desde SEO BirdLife, Orueta añade: «Cada vez que rompemos una barrera con la naturaleza, nos ponemos más en riesgo. Las granjas de producción aviar, que hay particularmente en Asia, son el lugar ideal para que los virus prosperen. Granjas cada vez más grandes están invadiendo zonas naturales, creando una interacción que favorece la proliferación de virus siempre más potentes. Todo esto, sumado al abuso que se ha hecho históricamente de antibióticos que generan luego resistencias, al hacinamiento y a las variedades orientadas a producir gran cantidad de carne en pocas semanas, genera un caldo de cultivo ideal para los virus», concluye.
Vacunas y seguridad
Al igual que Trump ha anunciado más dinero para la investigación en vacunas, la UE anunció en junio de 2024 la compra de 665.000 dosis de vacuna contra la gripe aviar prepandémica y asumió una opción de compra de 40 millones de dosis en los próximos cuatro años, según publica Euronews. «Tenemos experiencia con los virus de la gripe y es probable que se extiendan los programas de vacunación en granjas. Aunque las vacunas se parecen un poco a las de la Covid. No es esterilizante; disminuye mucho el riesgo de enfermedad y muerte de las aves, pero no evita que haya algún virus circulando», comenta Elisa Pérez.
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