
Verde
Polémica por el registro de gallinas de autoconsumo
La ley, que obliga desde 2024 a registrar aves domésticas, quiere contar con esta información ante posibles brotes de gripe aviar. Galicia, una de las regiones que más ha protestado, ya ha contabilizado casi 140.000 gallineros

El Diario de Pontevedra informa que este mes la venta de gallinas está en alza. A pesar de que las aves de corral cuestan ahora un 5% más que hace unos meses, las ventas se están recuperando tras un 2024 marcado por un descenso constante. Según el periódico, el motivo por el que muchas familias no se atrevian a comprar fue «el miedo a registrar los gallineros. Mucha gente estaba temerosa de lo que podía pasar». Razas como la Sussex han vuelto a venderse a unos nueve euros por ponedora desde hace semanas, incluso antes del aumento del precio de los huevos.
El encarecimiento de los huevos, de hasta un 25% en el último mes según informa la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), ha reavivado la preocupación sobre la obligatoriedad de registrar las gallinas para autoconsumo. No hacerlo conlleva multas que oscilan entre 600 y 3.000 euros. Sin embargo, la normativa no es nueva. Se trata del Real Decreto 637/2021, del 27 de julio, y estipula que todas las personas que posean gallinas deben registrarlas, aunque las tengan para autoconsumo. La obligatoriedad del registro entró en vigor en enero de 2024 para las explotaciones ya existentes y es cada CC AA la que debe aplicar la normativa y desarrollar fórmulas para que los ciudadanos puedan registrar sus gallinas, hasta 30 para autoconsumo, como explotación ganadera.
Cuando comenzó la obligatoriedad en Galicia se montó una verdadera «guerra de gallinero», como la llamaron algunos medios. La Xunta, encabezada por el conselleiro de Medio Rural, José González, se quejó de que lo único que hace la norma es quitarle las ganas a la gente de tener gallineros de autoconsumo y acusaba al gobierno «de impulsar un registro sin sentido». Un año después ya se han registrado 138.898 explotaciones avícolas para autoconsumo, aunque la Xunta sigue lamentando «no haber sido escuchada durante el desarrollo del RD. Esta normativa es otro ejemplo de legislación diseñada e implementada de espaldas al territorio, sin tener en cuenta sus particularidades. La Xunta presentó cerca de 40 alegaciones y siempre insistió en que las explotaciones de autoconsumo deberían quedar fuera del ámbito de aplicación. Este posicionamiento estuvo motivado para aliviar la carga administrativa de los ciudadanos, además de advertir de manera reiterada al Gobierno central que, en Galicia, atendiendo al importante volumen de explotaciones de autoconsumo y su volatilidad, este trabajo de registro sería ingente y poco eficaz».
En España, se estima que la población de aves de corral en explotación ronda los 300 millones de animales, según datos del Sistema Integral de Trazabilidad Animal del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA). Pero ¿qué cuántas gallinas, pavos o aves de corral fuera de la red comercial hay? ¿Es importante conocer los datos? ¿Y registrar cada ave? Aunque las normas para explotaciones comerciales y de autoconsumo son distintas, desde 2024 se obliga a las persona que tengan hasta 30 gallinas ponedoras o 50 pollos para engorde a registrarlas y contar con un veterinario de referencia para cualquier problema sanitario. Preocupa la expansión de la gripe aviar. «Entiendo que la medida busca tener más información sobre la población que podría, en un momento dado, sostener la circulación del virus. Tener mejores datos sobre la distribución de aves domésticas se podría relacionar con la distribución de aves silvestres o con zonas de riesgo,. Hay muy buena información sobre granjas comerciales, pero no hay, lo cual es lógico, sobre las llamadas gallinas de traspatio. Creo que no hay que fiscalizar las gallinas, pero con información se puede hacer gestión», comenta Ursula Höfle, veterinaria del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos-CSIC y responsable del área de enfermedades infecciosas de aves silvestres.
El virus H5N1 lleva circulando desde los años 90 pero los últimos años preocupa su expansión entre aves silvestres y domésticas y entre mamíferos cada vez más cercanos a la población humana. El virus está detrás de la subida del precio de los huevos en EE UU (una docena ha llegado a costar más de 10 dólares), y también de que aparezcan nuevas medidas de control en las granjas. «Asistimos a una epizootia mundial (el equivalente animal a una epidemia), en la que se están viendo infecciones en nuevas especies como mamíferos marinos o terrestres, además de las aves. Esta gripe ha perdido la estacionalidad y ya se verifican brotes durante todo el año y ha saltado geográficamente por todos los puntos del globo, menos por Oceanía. A nivel de biodiversidad, es una catástrofe. Todavía no sabemos el impacto que va a tener. Pero por ejemplo sabemos que de pelícano ceñudo ha desaparecido el 10% de la población mundial», detalla Höfle.
Se calcula que más de 500.000 aves silvestres han fallecido por este virus y que el número de animales de granja sacrificados es incalculable en todo el mundo. En Europa en el último año y según datos del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades entre 7 de diciembre de 2024 y el 7 de marzo de 2025 se han registrado 743 detecciones del virus (239 en aves domésticas y 504 en silvestres). En España hasta el 15 de enero se habían verificado contagios en Burgos, Barcelona, A Coruña o Pontevedra. El 20 de enero se tomaron medidas de mitigación específica en zonas de especial riesgo y vigilancia como evitar el contacto con aves silvestres.
En Europa es un año no demasiado malo, «se notan las medidas de bioseguridad adoptadas estos últimos años y campañas de vacunación como la francesa», dice Höfle. Sin embargo, en la última semana se han confirmado los primeros contagios en gatos domésticos y carnívoros silvestres desde la primavera de 2024.
Si se mira a EE UU sólo puede decirse que la situación es preocupante. Si hace un año se confirmó un caso de gripe aviar en una granja de vacuno, ahora ya son mil las granjas de vacas con contagios en 17 estados. Ha habido 68 casos detectados en humanos uno de ellos fatal y más de 21 millones de gallinas se han sacrificado, según el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos. Además, a finales de 2024 se detectó por primera vez en una granja de cerdos de Oregón una cepa del virus diferente de la que afecta al ganado vacuno, lo que se ve como un riesgo por la posibilidad de que los cerdos se infectan con diferentes tipos de virus que pueden adaptarse y mutar creando cepas diferentes con capacidad para propagarse a otras especies.
La buena noticia es que a día de hoy no hay evidencia de transmisión entre humanos. «Cuantas más transmisiones, más posibilidades hay de que algún día surja una mutación que permita al virus transmitirse de humano a humano. Este virus, desde luego, ha tenido mucho éxito; ha conseguido distribuirse a nivel mundial infectando a un montón de especies diferentes. Puede que haya perdido el efecto patógeno, es decir, que no sea tan letal, pero confiar en eso es una lotería. No hay que sobrestimar el riesgo porque aunque es verdad que con todas las posibilidades e infecciones que ha provocado hasta ahora no ha originado una cepa transmisible entre humanos, todo eso puede cambiar de la noche a la mañana porque se trata de un virus; uno de los que más se vigilan de hecho por su posibilidad de provocar una pandemia. En ese grupo está las influenza, aunque también aparecen sorpresas como el coronavirus en lugares donde animales silvestres, domésticos y personas están cada vez más juntos», concluye la veterinaria.
Densidad de aves
Estos días, la organziación Greenpeace pedía medidas especiales como la reducción de la densidad de animales en las explotaciones comerciales. Lo han hecho aprovechando el periodo de consulta pública de las medidas específicas de protección frente a la gripe aviar en España que acaba este 26 de marzo. La veterinaria Ursula Höfle recuerda además que «estamos quitando ecosistemas naturales, lo cual modifica el comportamiento de las aves silvestres, los obliga a acercarse a animales domésticos. Además, estamos creando nuevos ecosistemas como las granjas, en las que hay gran cantidad de aves juntas y donde se crea un caldo de cultivo ideal, pero también vertederos o plantas de tratamiento de aguas, que proporcionan alimento a aves silvestres que han perdido sus hábitats, creando poblaciones densas de aves silvestres que antes estabanmás distribuidas. Es verdad que el humano siempre ha modificado el hábitat, pero ahora es mucho más masivo».
✕
Accede a tu cuenta para comentar