Desde hace años Coca-Cola España (Coca-Cola Europacific Parteners Iberia), en el marco de su estrategia de sostenibilidad, se implica en proyectos para la protección y conservación de ecosistemas acuáticos y en el fomento de la economía circular.

Mares Circulares es la iniciativa de la compañía que integra ambas áreas para actuar de manera transversal en conservación, cambio climático, limpieza de costas y fondos marinos, etc. Y “Bosques sumergidos” es un estudio que, en el marco de esta iniciativa, ha analizado el estado de conservación de las praderas de Posidonia oceánica de las costas de Málaga, Granada y Almería.

La conclusión del estudio, realizado en 2024 por la Fundación Aula del Mar Mediterráneo (FAMM) y Mares Circulares, tras analizar diferentes indicadores biológicos y ecológicos y obtener la base científica necesaria, es que esas praderas están en estado desfavorable, incluso crítico en algunas zonas a causa de las algas invasoras asiáticas Rugulopteryx okamurae. A lo que el se suma el impacto de las demás amenazas que afectan a la posidonia. El estudio también plantea una serie de acciones, como la replantación de esquejes, para que esos últimos reductos de posidonia y la biodiversidad asociada no terminen desapareciendo.

¿Por qué la Posidonia oceánica? Porque es una especie endémica del Mediterráneo que vive en fondos poco profundos del litoral agrupada en praderas. Estas acogen gran variedad de especies de flora y fauna, -que crían, se protegen o viven ahí-, tienen una enorme capacidad de capturar CO2 y de producir oxígeno, y sus arribazones protegen las playas contra el fuerte oleaje. Por todo ello, además de estar protegida, la posidonia es un tesoro natural y una aliada esencial en la mitigación y la adaptación al cambio climático.