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Los concesionarios de automóviles, al borde de la quiebra

La caída de ventas hace que la totalidad de ellos entren en pérdidas, aunque el lunes próximo abrirán sus puertas. Mas de 50.000 empleos directos podrían perderse en pocos meses

Los concesionarios de automóviles, al borde de la quiebra
Los concesionarios de automóviles, al borde de la quiebralarazon

El desplome de las matriculaciones de turismos y todoterrenos durante el pasado mes de abril, que ha sido del 96,5% menos, ha puesto en números rojos a la totalidad de los concesionarios españoles, cuyo margen comercial ya ha sido muy ajustado en los últimos años. En el conjunto del primer trimestre la caída es del 49%. Está previsto que el lunes 11 de mayo abran de nuevo sus puertas, pero muchos de ellos lamentan que no podrán resistir mucho tiempo así y los actuales ERTE se convertirán en despidos cuando acabe el plazo de seis meses de mantenimiento del puesto de trabajo.

Se calcula que este sector da empleo directo a 161.500 personas, según los datos del cierre del ejercicio pasado, y hasta 500.000 en empleo inducido. Según fuentes de los concesionarios consultadas por La Razón, si se mantiene una situación de crisis durante varios meses, como parece probable, sobrarían aproximadamente un tercio de las actuales plantillas, lo que supondría mandar al paro a más de cincuenta mil personas cuando se pase el plazo de mantenimiento de puesto de trabajo fijado por los ERTE.

Porque los trabajadores actualmente en el ERTE también son una carga para las empresas, que siguen pagando los gastos sociales de cada trabajador, esté o no en activo. Hay que tener en cuenta que una red comercial que en España cuenta con 2.152 concesionarios y 5.703 establecimientos de venta no puede resistir mucho tiempo con un nivel de matriculaciones como el del mes pasado, que sólo llego a 4.163 unidades. Hay que tener en cuenta que la media de ventas de los concesionarios es de 566 vehículos cada año.

La mala situación del sector de la distribución se ve agravada por dos factores. El primero es el corto margen comercial que tiene este negocio. En el primer trimestre del pasado año el margen fue del 0,74% sobre facturación. Una cifra que se elevó al uno por ciento en los dos siguientes trimestres y subió hasta el 1,2% a final de año. Habría que remontarse a la crisis del 2008 para encontrar márgenes tan cortos. El segundo es el gran peso que tiene la venta del coche nuevo en las cifras finales del negocio. Para la media de las concesiones, el VN representa el 72,1% del total, mientras que el coche de segunda mano, o VO, tiene un peso de sólo el 17,5%. El tercer cuerpo de los concesionarios, el taller, sólo representa el 10,4% del total.

La situación es angustiosa ya que, con los concesionarios cerrados, el mes de abril se ha saldado con la peor cifra de matriculaciones de los últimos 20 años. Nunca en la historia reciente de las ventas de vehículos en el país se había registrado una cifra tan baja de venta de turismos. Dado que las ventas por internet no funcionan en la compra de coches, las escasas matriculaciones registradas responden a compromisos previos que se han hecho efectivos en las últimas semanas.

La apertura en los próximos días de los concesionarios, con cita previa y los más estrictos protocolos sanitarios y de seguridad para clientes y trabajadores, permitirá registrar más entregas en mayo, pero en el sector se cree que las ventas no comenzarán a recuperarse hasta después del verano y siempre con cifras inferiores a las registradas en 2019. Las últimas estimaciones hablan de unas matriculaciones este año de unas setecientas mil unidades, es decir, medio millón de coches menos que en el ejercicio precedente.

El retroceso de este sector es también una mala noticia para el conjunto de la economía española ya que, con una facturación el año pasado de 43.073 millones, representa el 3,1% del PIB nacional. Su crisis supone asimismo menores ingresos para el Estado ya que aporta a las arcas públicas 5.976 millones por impuesto de IVA, 616 millones por impuesto de matriculación y 1.380 millones de aportaciones a la Seguridad Social.