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Economía

Derrumbe histórico

Las ventas de coches caen un 51,5%, el peor dato de enero desde las crisis de los 80

La subida impositiva aplicada el mes pasado por el Gobierno a las matriculaciones se ha sumado a la crisis y a los vaivenes legislativos para provocar la mayor caída en un mes de la historia

Durante el pasado mes de enero se matricularon en España un total de 41.966 automóviles, lo que supone un derrumbe de las ventas del 51,5% si comparamos esta cifra con la registrada en enero del pasado año, que llegó a 86.442 unidades. Este hundimiento, advertido por todos los empresarios del sector, se veía venir y es consecuencia de las erróneas políticas económicas del Gobierno que han perjudicado a esta industria de manera especial en los últimos tiempos. Y la consecuencia de ello, al margen de la ruina de las compañías, es además el descenso de los ingresos por impuestos.

En efecto, una de las decisiones más polémicas del ejecutivo de Sánchez ha sido la de incrementar los impuestos de matriculación desde el 1 de enero, un aumento del 4,5% a los vehículos cuyas emisiones a la atmósfera superaran los 120 gramos con las nuevas mediciones WLTP.

Mientras otros países que tienen esta tasa, como Francia o Portugal, decidieron establecer una moratoria a la norma, el Gobierno español se empeñó en aplicar la subida, que afecta aproximadamente a la mitad de los coches que se venden en nuestro país, pensando que así recaudaría más.

Decisiones erróneas

Cada automóvil tributa un 21% de IVA, más el impuesto de matriculación y otras tasas municipales. Es decir, un coche medio de 30.000 euros paga unos 6.300 solo en concepto de IVA. La subida de 4,5 puntos en el impuesto de matriculación supone un incremento de tasas de 1.350 euros.

Por cada coche de menos que se vende, el Estado deja de ingresar solo por impuestos directos unos cinco mil euros que, multiplicados por los 44.446 vehículos menos vendidos en enero, sale una cifra de más de 222 millones de euros que han dejado de entrar en las arcas del Estado. Y la cantidad será mayor si el precio medio de los coches que han dejado de venderse es más elevado.

A esta situación se ha llegado por la indecisa política del Gobierno frente al automóvil que, en estos momentos, es el primer sector industrial del país con más del 10% del PIB y el 9% en empleo. Porque no solo ha sido por un tema impositivo. Se han unido, además, el fracaso de los planes de ayudas para la compra de coches nuevos y la falta de programación para el desarrollo de la movilidad eléctrica.

Todo ello en un ambiente de crisis propiciado no solo por la pandemia, sino por las fuertes tormentas, que han dificultado las operaciones comerciales, a pesar de que este mes de enero ha tenido dos días hábiles más que el del año pasado.

Por una parte, el plan Ronove, mal planteado desde sus inicios, ha resultado un fracaso hasta el punto de que, de la dotación inicial de 250 millones de euros, solo se han cubierto el 16% del presupuesto. Ello se ha debido a que se asignaba muy poco dinero para el achatarramiento de un coche viejo y así percibir la ayuda. 800 euros eran una cantidad insuficiente cuando los coches de más de diez años han incrementado su valor en el mercado de segunda mano. Además, esta cantidad computaba en los ingresos para el impuesto de la renta, lo cual representaba otro inconveniente. Los fabricantes han insistido al Gobierno en la necesidad de ampliar el plan de ayudas con mayor dotación y unas condiciones más reales al mercado. Pero el Ejecutivo ha decidido guardarse esos más de doscientos millones que sobraron y no renovar el Renove.

Otro tanto ha pasado con el llamado Plan Moves, destinado a la promoción de los coches eléctricos. Se repartieron los fondos por Autonomías, sin tener en cuenta que Madrid y Cataluña matriculan la casi totalidad de los eléctricos que se venden en España. La consecuencia es que los fondos de estas dos CC.AA. se agotaron en pocos días, mientras que en otras regiones apenas ha habido solicitudes. Además, falta una política a medio plazo de impulso del coche eléctrico. Un plan solicitado por todas las asociaciones profesionales que pasa por la promoción de una red de recarga eléctrica eficaz. Anfac ha pedido a corto plazo 10.000 puntos de recarga y a medio, 36.000, para que el coche eléctrico pueda ser operativo en todo el territorio nacional. Actualmente la red de cargadores de cierta potencia es de unos 650 puntos.

Mientras, el parque automovilístico español sigue envejeciéndose y ya es, con una edad media de casi trece años, el segundo más antiguo de Europa tras Grecia. Con un mercado al alza de coches de segunda mano de más de diez años, España no está logrando cumplir los niveles de descarbonización exigidos por la UE, lo que pudiera acarrear fuertes sanciones en un futuro. En enero, los motores de gasolina han sido de nuevo los más vendidos, con un 46% del mercado, mientras que los diésel representaron el 25,4% de las ventas. El 28,4% restante corresponden a las motorizaciones de combustibles alternativos, ya sean GLP, GNC, híbridos, híbridos enchufables o eléctricos. Estos últimos, los eléctricos puros, sólo representan el 1,15% del mercado, al haberse vendido únicamente 617 unidades.

En el pasado mes de enero, Seat fue la marca más vendida en España, con 4.524 turismos, seguida de Peugeot, Toyota, Renault, Dacia, Hyundai y Audi.

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