Cargando...

Prueba

Black Badge Spectre eléctrico, el Rolls Royce más sofisticado

Su motor eléctrico ofrece hasta 659 caballos usando el botón “Infinity” del volante. Desde 400.000 euros

Black Badge Spectre eléctrico, el Rolls Royce más sofisticado RR

Desde que en 1904 Charles Rolls y Henry Royce se unieron para fabricar automóviles, son la referencia mundial en el lujo y, con algunos modelos, están entrando asimismo en el campo de los coupés más deportivos. Un paso más en este nivel de sofisticación sobre ruedas son las versiones especiales Black Badge, disponibles en toda su gama de modelos y que añaden una personalización especial que se distingue por sus tonos oscuros, incluida la estatua del Espíritu del Éxtasis, símbolo de la marca, que adorna la parte superior de su característica parrilla frontal.

Rolls RoyceRR

De la fábrica de Goodwood salen tres modelos con diferente vocación. Y movidos con potentes motores de combustión y eléctricos de origen BMW, que es la actual propietaria de esta marca británica. En contra de lo que pudiera pensarse, en su segundo año de producción, el Spectre, que monta un motor eléctrico, es el modelo más vendido y según los estudios de la marca, es el segundo Rolls-Royce del cliente y forma parte de un garaje con capacidad para siete coches, lo que le permite elegir el coche perfecto para cada ocasión. De media, los propietarios lo conducen unos 6.500 km al año, una cifra comparable a la de los Rolls-Royce de dos puertas anteriores, como el Wraith, el Dawn o su predecesor Phantom Coupé. Esto significa que, técnicamente, los clientes solo necesitan recargar completamente su coche cada dos semanas, ya que cuenta con una autonomía de unos 500 kilómetros.

Rolls RoyceRR

Para los clientes que buscan un plus dentro de la excelencia las versiones Black Badge ofrecen distinción tanto estética como de conducción más deportiva. Tuvimos ocasión de conducir toda la gama Rolls Royce por las carreteras de la isla de Ibiza y la experiencia fue verdaderamente única. El más impresionante fue el Black Badge Spectre, que es el Rolls-Royce más poderoso de la historia con una potencia que puede llegar hasta los 659 caballos. Y es que está equipado con una función que, inspirada en la experiencia de la marca en motores de aviación, le proporciona una potencia adicional e instantánea en el momento que lo necesitas. Para ello encontramos en el volante un botón denominado “Infinity” que nos catapulta literalmente gracias a un par motor de 1.075n/m. Claro que esta función y este nivel de potencia se complementa con algunas mejorar tanto en el chasis como con un mayor peso de la dirección, más estabilidad en el balanceo y mejores amortiguadores.

Rolls RoyceRR

A nivel estético, se caracteriza como todas las versiones Black Badge por un acabado brillante y pulido a espejo de acabado oscuro, que incluye tanto la escultura como la doble R del frontal. Además, la parrilla puede tener una iluminación de color a elegir por el propietario. En el interior se mantiene todo el lujo y la sofisticación que esperamos en un Rolls como la decoración del techo con miles de estrellas sobre fondo negro o el cuero de los asientos y la madera y la fibra de carbono de varias zonas, protegidas por seis capas de laca y pulidas a mano para obtener un acabado impecable.

Como todos los Rolls, el Spectre tiene una presencia impresionante presidida por su gran parrilla delantera con delgados faros de LED a cada lado y un grupo óptico situado en una posición más baja. El parachoques presenta una gran apertura que recorre todo el ancho del vehículo, mientras que en la parte superior se encuentra en ‘Espíritu del Éxtasis’ acompañado de un alargado capó con la sección central de color negro. Su vista lateral es la clásica silueta de los coupés de la marca al estilo de los Wraith, con una línea de techo descendente y puertas de apertura invertida y, por detrás, destacan sus pilotos verticales, un gran portón del maletero que da continuidad a la luneta posterior y un parachoques con un difusor que incluye una moldura decorativa a juego con el frontal.

Y todo a lo grande, ya que mide 5,45 metros de largo por 2,08 de ancho y 1,55 de alto y una distancia entre ejes de 3,21 metros, que permite que este 2+2 tenga una habitabilidad muy amplia en los asientos traseros. A pesar de que da en la báscula casi tres mil kilos, su comportamiento en carretera es sorprendente. En las estrechas carreteras de las montañas de Ibiza su manejabilidad era similar a la de cualquier coupé de marca premium, con un comportamiento neutro y una adherencia muy por encima de lo esperado. Y cuando pulsamos el botón de “infinity”, la entrega de potencia es brutal y nos empuja en pocos segundos hasta la siguiente curva o nos facilita en instantes un adelantamiento comprometido. Toda una maravilla sobre ruedas para quienes busquen exclusividad y elegancia y estén dispuestos a pagar una factura que supera los 400.000 euros.