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Cómo saber cuál es la presión adecuada para los neumáticos de tu coche

El mantenimiento y la inspección regular de los neumáticos son esenciales para garantizar la seguridad en la carretera

Comprobación mecánica de la presión de los neumáticos con manómetro
Comprobación mecánica de la presión de los neumáticos con manómetroDreamstimeDreamstime

La presión de los neumáticos es un elemento que nunca debe pasarse por alto durante la revisión y el mantenimiento de un vehículo. Un neumático con la presión incorrecta puede interferir significativamente con la capacidad de un conductor para controlar su vehículo. Además, es más susceptible a sufrir daños cuando se encuentra con obstáculos en la carretera, como bordillos o clavos, al estar menos protegido contra ellos. Pero no solo eso. Un neumático con baja presión consume más combustible, lo que puede resultar en un gasto considerable a largo plazo.

Teniendo en cuenta estos problemas potenciales, junto con los altos costos asociados con la sustitución de los neumáticos, es imperativo revisar regularmente la presión de los neumáticos para asegurarse de que están a la presión adecuada. Además, hay que hacerlo con relativa frecuencia porque, incluso una rueda en perfectas condiciones puede ir perdiendo aire con el tiempo.

Llanta de coche pinchada en día lluvioso
Llanta de coche pinchada en día lluviosoDreamstimeDreamstime

Cómo saber la presión adecuada para mis neumáticos

La pérdida de aire en los neumáticos se debe a que estos no son totalmente herméticos. El material y el proceso de fabricación de los neumáticos conllevan cierto grado de porosidad, lo que permite una fuga mínima de aire. Con el uso y el paso del tiempo, es inevitable que se pierda parte de la presión. Este fenómeno se intensifica con los cambios bruscos de temperatura, que aumentan la porosidad del neumático y, por ende, la pérdida de aire.

Por supuesto, no todos los problemas son visibles a simple vista. Un fallo común es la existencia de una imperfección en la válvula de hinchado. Al igual que se suele perder un poco de aire al conectar o desconectar la manguera del compresor, una pequeña deformidad en la válvula puede dejar escapar aire cuando el vehículo está en movimiento y la rueda está sometida a una presión mayor.

De la misma manera, el estado de la carretera por la que circulamos a diario puede tener un impacto en la presión de nuestros neumáticos. Dadas todas estas variables, que en su mayoría están fuera de nuestro control, la mejor acción preventiva que podemos tomar es revisar la presión de los neumáticos de manera regular.

Cada modelo es único

Es importante tener en cuenta que cada modelo de automóvil y de neumático tiene una presión adecuada diferente. Esto significa que no existe una presión estándar para todos los coches y neumáticos. Para obtener la presión correcta para los neumáticos de tu vehículo, debes consultar la recomendación del fabricante. Esta información suele estar disponible en varios lugares del coche, como el marco de la puerta, en la guantera o en el depósito del combustible y por supuesto, en el manual de uso del vehículo.

Hombre comprobando la presión de los neumáticos
Hombre comprobando la presión de los neumáticosDreamstimeDreamstime

La presión recomendada por los fabricantes suele estar en un rango entre los 2 y 2.7 bares, dependiendo de la carga del vehículo y de la velocidad a la que vaya a circular. Es importante tener en cuenta que a veces la etiqueta del fabricante proporciona recomendaciones diferentes para las ruedas delanteras y para las ruedas traseras, así como para las de repuesto.

Además, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) recomienda revisar la presión de los neumáticos al menos una vez al mes y siempre antes de emprender un viaje largo. Esto se debe a que la presión de los neumáticos puede variar con el tiempo y el uso, y una presión incorrecta puede afectar al rendimiento del vehículo y a su seguridad.

Respecto al momento ideal para revisar la presión, lo más recomendable es hacerlo a primera hora de la mañana o al menos tres horas después de conducir. Esto se debe a que los neumáticos deben estar fríos para obtener una lectura de presión correcta. Cuando los neumáticos están calientes, como después de conducir, la presión dentro de ellos puede ser mayor, dando lugar a una lectura incorrecta.