Industria
El presidente de BMW Ibérica aboga por la neutralidad tecnológica para lograr una reducción de emisiones
Manuel Terroba pide incentivos fiscales para todas las tecnologías que contribuyan a reducir emisiones
“Se necesitan incentivos estables, infraestructuras fiables y una regulación tecnológicamente neutra que contribuya a reducir las emisiones, objetivo con el que estamos plenamente comprometidos”, ha pedido Manuel Terroba, presidente ejecutivo de BMW para España y Portugal en una reunión sobre el sector del motor celebrada en Bruselas donde se han abordado los múltiples desafíos de la transición a la movilidad 100% eléctrica, que en 2035 será una realidad según el marco regulatorio actual de la Unión Europea.
Terroba destacó además la necesidad de una transición ordenada hacia esta movilidad totalmente eléctrica en Europa que cuenta con múltiples mercados muy diferentes, que se desarrollan con distintas velocidades de transición a la movilidad eléctrica “España es el segundo país más grande en superficie y distancias, detrás de Francia”, recordó Manuel Terroba, poniendo el foco en el contexto español, cuyo peso del parque móvil eléctrico se sitúa en torno al 8%. “Aproximadamente el 50% de las matriculaciones de coche eléctrico se reparte en dos provincias: Madrid y Barcelona. Del otro 50%, repartido en las distintas Comunidades Autónomas, donde en la mayoría de las provincias el coche eléctrico no alcanza el 1%”.
Además, el directivo de BMW señaló la importancia de “hacer una transición ordenada. El parque móvil en España tiene una media de 14,5 años de antigüedad. Eso significa que hay muchos coches por encima de los 20 años”. Por ello, es importante “hacer una transición ordenada, posible y lógica”. Para poder satisfacer la demanda del coche eléctrico Manuel Terroba analizó el
mercado desde el punto de vista del cliente. “Necesitan claridad, asequibilidad y una red de recarga en la que puedan confiar. En España tenemos alrededor de 52.000 puntos de carga pública, de los cuales un 25% no están totalmente operativos a día de hoy y sólo un 20% ofrece capacidades de más de 50 kW. En Portugal han alcanzado una cuota del 18% de vehículos eléctricos gracias a incentivos estables y una fiscalidad adecuada, dentro de un marco regulatorio coherente que ha reforzado la confianza del consumidor. Además, cuenta con una red de puntos de carga pública más densa y eficiente”.
En su opinión, por la velocidad de la adopción del vehículo eléctrico, la neutralidad tecnológica es una “necesidad y una propuesta de valor para los casos donde una sola tecnología no pueda satisfacer la demanda”. Las diferentes tecnologías han de evolucionar paralelamente al eléctrico. “Se trata de ofrecer todas las alternativas posibles al cliente respondiendo a las distintas necesidades y situaciones”, finalizó Terroba.