Suzuki Jimny, el polivalente para cada día… y para fuera del asfalto

Han pasado ya dos décadas desde la llegada de Suzuki Ibérica a nuestro país y con este motivo se ha mostrado la evolución de su modelo más aventurero, el Jimny, que se ha consolidado como el mejor exponente de su segmento a nivel mundial por su robustez, su calidad y sus habilidades todo terreno. Y lo ha demostrado en una original competición que tuvo a los periodistas como protagonistas.

Para ello la marca convocó entre los medios informativos una competición de seis horas con equipos formados por cinco pilotos por coche. Se trataba de mostrar la capacidad de trabajo en equipo y la calidad de conducción off road. Para ello se plantearon tres recorridos diferentes a los que había que dar varias vueltas a cada uno de ellos. Todos ellos en recorridos mixtos, por pistas muy selectivas y repletas de zonas angostas, vadeos, trialeras, pasos exigentes y zonas, a veces muy cerradas. O lo que es lo mismo, el hábitat natural del Jimny en el que se realizó la prueba: el Jimny 1.5 L Pro, un coche que está en el mercado por debajo de los 25.000 euros y cuyo motor ofrece una potencia de 102 caballos.

Aunque las medias estaban por debajo de los treinta kilómetros hora, hubo que emplearse a fondo para pasar por cada uno de los carteles kilométricos dispuestos por la organización y, por supuesto, al final de cada vuelta con el cronómetro a cero. Si bien cada recorrido debía de ser completado en menos de dos horas, es decir un reto realmente complicado pues los constantes cambios de ritmo en las zonas más agrestes y la prohibición expresa de pasar de 50 km/h en las más despejadas, obligaron a una conducción exigente. Aunque con este vehículo todos los errores en las zonas trialeras se compensan por la enorme robustez del Jimny.

Dentro de esta exhibición para mostrar las habilidades del Jimny, la prueba más exigente era pasar un circuito de 4x4 con sus subidas bajadas pasos laterales, escalones y cruces de ejes portando en el capot del Jimny una cesta rebosante de pelotas de tenis con el objetivo de perder el menor número de ellas. Otra implicaba “chutar” penaltis con el morro e impulsar un gran balón dentro de una portería de exiguas dimensiones mientras que, por otro lado, dos Samurai, uno con la dirección invertida y pedales solo a disposición del copiloto y otro con dos direcciones, una en cada eje, y, por supuesto dos volantes, se iban a encargar de poner el “más difícil todavía” y permitirnos sumar algunos puntos de más a los que obteníamos sobre las reviradas pistas de nuestra prueba de regularidad.

Los treinta y tres periodistas participantes acreditaron que, clasificaciones aparte, el claro ganador fue el Suzuki Jimny 1.5 Pro, que aguanto sin fallos las seis horas de extrema exigencia, acreditándose como uno de los mejores automóviles todo terreno del momento y con una imbatible relación entre calidad y precio.