Opinión

El campo se ahoga y pedimos auxilio

Los agricultores estamos al borde del abismo y esta situación es ya insostenible para muchos de nosotros: en el Campo de Cartagena estamos perdiendo dinero por producir

Adolfo García

Este domingo, 20 de marzo, el sector agrícola tiene una cita ineludible en Madrid. Y es que el campo afronta una dramática situación; no solo porque 2022 sea uno de los tres años hidrológicos más secos desde 1961 con solo el 25% de su cosecha asegurada, lo que provocará la pérdida de miles de millones, sino porque el conflicto bélico, entre Rusia y Ucrania, no ha hecho más que agravar su estado.

Como ya estamos viendo, España -como el primer importador de cereales en la UE- dependerá aún más del exterior para abastecer toda su demanda. Ucrania, proveedor estratégico de energía y de los mercados mundiales de cereales y oleaginosas para la Unión Europea, frenará las salidas de materias primas desde este origen. A esto hay que sumar el encarecimiento de la energía (electricidad y combustibles) y fertilizantes claves para la actividad diaria del sector. De hecho, el gasóleo, carburante más usado en el sector primario, ya acumula subidas de más del 70%.

Son muchas las razones que han provocado que el sector agrónomo se encuentre al borde del abismo. Otra llamada de alerta es la variación de precio entre los productos en origen y en destino y la competencia desleal han provocado que el sector agrícola español viva una situación insostenible. Un ejemplo de ello lo vemos en la naranja, entre muchos otros, donde el precio percibido por el agricultor es de 0,16€/kg, mientras que se vende a 1,56€/kg. Esta es solo una cifra de las innumerables que demuestran la realidad diaria del sector: el agricultor pierde dinero por cada kilo que se vende.

El sector no puede más. Los agricultores estamos al borde del abismo y esta situación es ya insostenible para muchos de nosotros: en el Campo de Cartagena estamos perdiendo dinero por producir. Las actuales políticas nos llevan al desmantelamiento de la agricultura, y puede haber un efecto contagio por toda España.

Mientras el agricultor español se arruina, firmamos acuerdos comerciales con terceros países para importar productos agrarios que no cumplen ninguno de los requisitos medioambientales exigidos a los agricultores o ganaderos europeos, poniendo así en riesgo nuestra soberanía alimentaria y desmantelando un sector estratégico. Esta competencia desleal debe acabar.

Pedimos auxilio. Es necesario poner en marcha medidas urgentes que garanticen el abastecimiento de alimentos en todas las zonas productivas de España, asegurando la compatibilidad del entorno con la agricultura.

No podemos quedarnos de brazos cruzados mientras se ahoga el sector que nos da de comer. Por eso y ante el temor de desabastecimiento, hemos puesto en marcha el Movimiento Chalecos Verdes, con el fin de sensibilizar y concienciar al ciudadano y la sociedad de la importancia real del sector agroalimentario y de la necesidad de garantizar con políticas de calado la soberanía alimentaria, hoy más en riesgo que nunca.

Adolfo García -Presidente de Fundación Ingenio