Sucesos

Condenan a una empleada del hogar que se apoderó de joyas por 70.500 euros en Murcia

La arrestada ha sido condenada a un año de cárcel por un delito de robo y al pago de 180 euros de multa por un delito leve de hurto

Condenan a una empleada del hogar que se apoderó de joyas por 70.500 euros
Condenan a una empleada del hogar que se apoderó de joyas por 70.500 eurosLa RazónLa Razón

La Audiencia Provincial de Murcia ha desestimado el recurso presentado por una empleada del hogar contra la sentencia de un juzgado de lo Penal de esa capital que la condenó a un año de prisión y multa de 180 euros por apoderarse de joyas que fueron valoradas en algo más de 70.500 euros.

La sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, señala que el juzgado declaró como hechos probados que en una primera ocasión, en julio de 2016, cogió una esclava y un colgante en el domicilio en el que prestaba sus servicios, alhajas que fueron recuperadas.

El botín mayor lo consiguió al mes siguiente, cuando aprovechó que la familia se encontraba de vacaciones para visitar en dos ocasiones la vivienda para alimentar a los perros y forzar una caja de caudales, apoderándose de joyas por valor de 70.490 euros, que no han podido ser recuperadas.

El juzgado, en la sentencia que ahora encuentra el respaldo de la Audiencia Provincial, condenó a la acusada a un año de cárcel por un delito de robo y al pago de 180 euros de multa por un delito leve de hurto, así como al pago de una indemnización por el valor de las alhajas sustraídas y no encontradas.

Al desestimar su apelación, el tribunal señala que existen pruebas suficientes sobre las que basar la sentencia condenatoria, como el testimonio de la perjudicada y el hecho de que vendió parte de lo sustraído en sendos establecimientos de compraventa de oro ubicados en la capital murciana y en una pedanía.

Así mismo, se cuenta con las declaraciones de la acusada, que reconoció en el juicio que acudió en dos ocasiones a la vivienda, cuando la familia estaba de veraneo, para alimentar a las mascotas.

Añade la Sala que también está acreditado que conocía la existencia del joyero y de su contenido, por haber visto en alguna ocasión cómo la dueña cogía alhajas para ponérselas.