Dos décadas de espera: Llega el AVE a Murcia

Casi 20 años han pasado desde que se puso la primera de las traviesas del AVE que uniría la Región de Murcia con Madrid. Un acto, el 15 de diciembre de 2003, protagonizado por el ex secretario de Estado, Benigno Blanco, que ha demorado demasiado y que ha dejado a la Comunidad a la cola en las conexiones ferroviarias de última generación. Hoy, lunes 19 de diciembre de 2022, el rey Felipe VI inaugurará este tramo en un viaje histórico, acompañado por el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, y la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, en un viaje que todavía sigue envuelto en polémica, ya sea por las discrepancias entre gobiernos, como por el tiempo en el que se realiza el recorrido con la capital, como por las frecuencias de paso que tendrá el AVE entre Murcia (séptima ciudad con más población de España) y Madrid, así como por su retraso en llegar a otras ciudades de como Cartagena o Lorca, y unir con Almería el Corredor Mediterráneo.

Durante estas dos décadas de reivindicaciones, de exigencias ferroviarias, mientras ciudades como Valencia mejoraban su conectividad, la llegada del AVE a Murcia no hacía más que demorarse, enfrentando a partidos de todos los colores, a empresarios que ansiaban el desarrollo económico que traería consigo la alta conectividad ferroviaria.

Y en medio, el soterramiento de las vías. Todo un culmen de titulares, de protestas, de quejas vecinales y de enfrentamientos públicos que no hacían más que dividir, y no literalmente, a la ciudad. Cada martes, eran habituales las protestas de la Plataforma Pro-Soterramiento, que exigían que las vías del tren llegaran a la estación de El Carmen de manera soterrada, para unir a la ciudad, lo que finalmente derivó en la eliminación del paso a nivel de Santiago el Mayor.

Sobre la mesa estaba durante varios años la posibilidad de que el AVE llegara en superficie, de forma provisional, en 2018. Una propuesta del Gobierno regional que el entonces delegado socialista del Gobierno, Diego Conesa, frenó tras anunciar que se retrasaría para llegar soterrado en el segundo semestre 2020. Tampoco llegó a ser una realidad.

A apenas unas horas de que la conexión con Madrid sea una realidad, empresarios, políticos y el millón y medio de ciudadanos de la Comunidad celebran por fin poder llegar a Madrid en menos de dos horas. Eso sí, con dos de los trenes, ya que de los cuatro servicios establecidos, dos duran 2 horas y 45 minutos, y otros dos se extienden a las 3 horas 25 minutos. Precisamente, esta diferencia de horas ha provocado en los últimos días una serie de reproches entre diferentes administraciones autonómicas.

El equipo Ejecutivo del Gobierno murciano, liderados por el presidente Fernando López Miras, han hecho públicas sus quejas sobre el tiempo para llegar a Madrid, y pidieron que, al menos, viajar en tren sea «más rápido y barato que viajar en coche».

Ante ello, el presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig calificó de «muy inapropiado» que el López Miras sugiriera que para ganar rapidez se eliminaran las paradas en Elche y Orihuela y pidió respeto para su comunidad.

La conectividad ferroviaria siempre ha estado en las promesas electorales de todos los partidos políticos. Desde el Gobierno de José María Aznar hasta el de José Luis Rodríguez Zapatero, todos han tenido a Murcia en sus pensamientos. Desde 2003 (incluso antes, en 1998, cuando se comenzó a gestar el proyecto) muchas han sido las ocasiones en las que la esperanza de poder conectar a la Región con Madrid parecían una realidad.

Lo que es cierto, es que la llegada del AVE deja cierto sabor «agridulce» a uno de los hitos más destacados del año para la Comunidad. Desde el Gobierno regional insisten en la importancia de llevar esta línea ferroviaria hasta Cartagena y Lorca, en reducir los tiempos de llegada y de ampliar la flota de trenes y su frecuencia. Desde Renfe aseguran que ya se está trabajando en ello, y que se han habilitado nuevos trenes para conectar a la Región con más frecuencia a Alicante. De momento, será este lunes cuando se produzca el primer viaje de uno de los momentos más esperados desde hace veinte años.