Suministro de agua
CHS aumentará restricciones y precintará tomas de agua si continúan los incumplimientos
El organismo establece un desembalse de 126 hectómetros cúbicos para lo que resta de año hidrológico
La Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) ha detectado incumplimientos en el uso del agua impuesto a los regantes, que han consumido en torno a 70 hectómetros cúbicos más de los autorizados, por lo que iniciará una campaña de control y, si en julio no se cumplen las restricciones, se harán más severas, y se impondrán sanciones que podrían llegar al precinto de tomas de agua.
Así lo ha dicho este viernes el presidente del organismo de cuenca, Mario Urrea, en una rueda de prensa previa a la convocatoria de la Comisión de Desembalse, en la que se presentan protestas de consumo a los regantes de los regadíos tradicionales y no tradicionales.
Urrea ha recordado que ambos sistemas tienen impuesta restricciones desde el pasado mes de noviembre de 2023: del 20 por ciento en el regadío tradicional y del 30 en el no tradicional, que podrían llegar al 25 y 50 por ciento respectivamente si en el mes de julio se detecta que continúan los incumplimientos.
Para ello, se van a llevar revisiones quincenales y se comprobarán los caudales en las tomas de agua en el río Segura, al tiempo que no se permitirá sobrepasar los volúmenes de riego establecidos semanalmente.
La Comisaría de Agua ya ha dictado una instrucción en ese sentido, ha señalado, y si continúan los incumplimientos, podrían establecerse medidas sancionadoras e incluso el precinto de las tomas, medidas que no se habían tomado hasta ahora.
Urrea ha insistido en que el año hidrológico "no es bueno, ni desde el punto de vista de la lluvia, ni de las aportaciones" del trasvase del Tajo al Segura.
En toda la cuenca, en lo que va de año hidrológico (que comenzó el 1 de octubre de 2023) las lluvias escasamente se han superado los 100 litros por metro cuadrado en la cuenca, lo que supone la mitad de lo que llovió el año pasado: el 35 por ciento de las precipitaciones de los últimos cinco años, y el 40 porciento de las de los últimos 10 años.
Para el presidente de la CHS, "lo único positivo" es que las escasas precipitaciones que ha habido se han producido en cabecera, por lo que los embalses han ganado unos 65 hectómetros cúbicos por encima de los del año pasado, y se encuentra actualmente al 21 por ciento de su capacidad.
Actualmente la cuenca cuenta con unas reservas propias de 120 hectómetros cúbicos, y otros 100 procedentes del trasvase, cifras que son escasa para afrontar los meses que quedan de año hidrológico, que acaba el 31 de septiembre, porque son los que más consumo necesitan.
Por todo ello, Urrea ha apuntado que "va a ser un verano complicado" y el objetivo es llegar al final del año hidrológico con 60 hectómetros cúbicos en los embalses.
Hasta esa fecha está previsto que se puedan desembalsar un total de 126 hectómetros cúbicos.
En cuanto a la declaración de sequía extraordinaria, se aplica en estos momentos a las unidades territoriales (UTE) 3 y 4, con escasa demanda de agua, pero no afecta a la UTE principal, la 1.
Por último, Urrea ha informado de la rotura que ha habido en tres torres de suministro eléctrico del canal del post-trasvase a consecuencia del temporal de las pasadas semanas y en cuya reparación se está ya trabajando con el objetivo de que vuelvan a estar operativas a principios de julio.
Mientras tanto, los regantes afectados están recibiendo otros aportes de agua para aliviar su situación.
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