Opinión

Gracias

Solo tengo palabras de agradecimiento ante la avalancha de cariño y apoyo que de nuevo las víctimas del terrorismo recibimos ante una escenificación para muchos hiriente, provocadora, porque busca descaradamente promoción y contrapartida, para otros, como servidora, completamente insignificante y fuera de tiempo y lugar. Por eso quiero agradecer a todos los medios de comunicación que en el día en el que de nuevo la banda asesina que nos tuvo tantos años en vilo, ensangrentados y muertos de miedo, quería volver a ser protagonista, fueron las víctimas las que ocuparan ese lugar. Y víctimas son quienes sufrieron la barbarie terrorista, pero también toda la sociedad española que ha tenido que ser testigo y asistir de forma más o menos directa, a atentados que nos han roto el alma haciéndonos perder toda esperanza en que algún día esta ignominia llegaría a su fin.

Por todas las noticias que aún sigue protagonizando tristemente la violencia, cuyo único desenlace es el dolor que a veces queda enquistado en un sufrimiento eterno perfectamente evitable, agradecemos que siga siendo el amor y la solidaridad lo que prevalezca. Son vitales las muestras de cariño, los actos de ayuda y comprensión que se multiplican especialmente cuando los que solo saben utilizar la fuerza y la violencia quieren pábulo y poder. Gracias a todos esos héroes o heroínas que nos seguís recordando que, aunque hace menos ruido, lo que abunda es la solidaridad. Seguiremos insistiendo en la necesidad de convivencia, ética, tolerancia, concordia, educación... Nuestra respuesta tiene que ser de gran responsabilidad ante una terrible realidad. Y el respeto y apoyo incondicional al ejemplo de mayor sacrificio por defender nuestro estado de derecho que representan las víctimas del terrorismo, ha de ser incuestionable. La generosidad, el compromiso, el coraje y dignidad tras el peor dolor, es un gran ejemplo. Ciertamente necesitamos una sociedad humanista, que abogue por los derechos y libertades, que no olvide jamás a las víctimas del terrorismo y que juzgue como se merecen a quienes no actúen o no hayan actuado como se espera de los seres humanos.