Opinión

Confianza

Me niego a aceptar todas las críticas que estamos recibiendo dentro y fuera de nuestro país. Ya sea por el fondo o por la forma. Porque aún no podemos saber cómo nos irá en cada uno de los ámbitos esenciales del país. Cierto que los últimos acontecimientos han convulsionado la opinión pública, pero habrá que dar un voto de confianza a esos nuevos caminos inexplorados para ser capaces de manejar el gran país que tenemos. Me honra y sonrío cuando me repiten que esperaban mi nombre en algún ministerio, gracias, me halagáis, pero creo que no solo no me vería capacitada para ese puesto, sino que bastante tengo con gobernar mi casa y atender tantos compromisos. Sin embargo, en ese hipotético caso, como en los que tanto se han criticado, estoy segura de que me dejaría la piel. De igual modo, tengo la confianza en que ellos lo harán. Rompamos de una vez con la cultura de la desconfianza. Acabemos con el «si no lo veo no lo creo» y entrenemos nuestras capacidades creyendo en nosotros y sabiendo que se puede.

Tenemos muchísimos motivos para sentirnos orgullosos de la Marca España, un país con grandes deportistas, especialmente, permítanme que lo recalque, mujeres guerreras e imparables, lugares increíbles, gastronomía insuperable y mil virtudes más. Somos líderes en energías renovables, trasplantes y donación de órganos, entre otras dignidades. Confiamos en España. Y ahora más que nunca necesita esfuerzo, disciplina, progreso... España tendría que aplicarse el modelo de trabajo en equipo que nos dan, por ejemplo, los deportistas que con tanto orgullo llevan nuestra bandera por todo el planeta. Sin embargo, estos valores chocan frontalmente con esas noticias de corrupción que el nuevo gobierno se encargará de eliminar para evitar que se repita eso que se ha convertido ya en la mayor lacra de los representantes de todas las instituciones. Pongamos toda nuestra confianza en que se acaben de una vez todas esas corruptelas, prácticamente institucionalizadas en tantos ámbitos, y que, sépanlo bien, jamás dejaremos de denunciar. Y de juzgar.