Opinión

Diversidad

Me encanta la palabra diversidad y además creo que es la que más define a un país tan rico y plural como el nuestro, donde, afortunadamente, cada vez menos personas son perseguidas, marginadas o señaladas por su condición, sea cual sea.

Nos preocupa que se estén tramitando dos proposiciones de ley que, bajo el argumento de promover la escolarización inclusiva en el ámbito de la educación no universitaria, pretendan eliminar los colegios de Educación Especial. Estos colegios son centros educativos específicos para alumnos con necesidades especiales asociadas a un determinado tipo de discapacidad.

Siempre hemos luchado por la inclusión, que efectivamente es positiva para todos porque favorece la normalización de la discapacidad, ayudando al resto de compañeros a despojarse de prejuicios y cegueras, y a la persona con discapacidad a «ponerse las pilas» para que su condición no suponga una desventaja con respecto al grupo, pero la Educación Especial que atiende a miles de niños y niñas en España es también muy ventajosa y necesaria. Propugnan una sola modalidad de escolarización donde todo el alumnado sería escolarizado en un centro ordinario. Las personas con discapacidad presentan aptitudes y necesidades muy diferentes. Hay que contemplar cada situación y a cada estudiante en particular, tal como hace la Educación Especial en nuestro país y en otros del ámbito europeo.

Y hablando de diversidad, la gran fiesta mundial de ayer en Madrid, que nació como una reivindicación de derechos y libertades, se ha convertido en un canto a la vida, el amor, la libertad y la diversidad. La orientación sexual no puede ser motivo, como ocurre aún en algunos países, hasta de pena de muerte. Que te insulten, agreden o marginen por amar es algo que ocurre aún hoy incluso en algunos rincones de España. Tantos delitos de odio dirigidos a un colectivo que, como mínimo, merece respeto, han desembocado en una fiesta, quizá desmesurada, provocativa, esperpéntica, pero que demanda que, de una vez por todas, exista un respeto real y sin prejuicios a todo ser humano.

La discriminación y el odio no consiguen otra cosa que hacernos involucionar.