Opinión
La sobremesa
¿Dónde está la tesis de Pedro Sánchez? ¿Qué ha pasado con el gran escándalo de las comillas? ¿Dónde han quedado las peticiones para que entregue la placa y la pistola, el doctorado, y vayamos a elecciones? ¿Cómo se puede pasar de las portadas y del escrutinio línea a línea al más absoluto silencio? ¿Ya no es un escándalo lo de copiar párrafos de discursos sin cita? ¿En qué momento y por qué pasamos del Turnitín al magnetófono? No hace falta tener un «Polli Awards» para saber que en esto del espacio público solo una más gorda tapa lo que parecía ya el final del camino de Sánchez en la Moncloa. Se reactivará, si se reactiva, cuando la agenda del Presidente coincida con la del Senado. Habrá que esperar porque hay citas por el continente americano que va a aprovechar Sánchez para hacer agenda, relaciones y álbum de fotos, el viaje a Cuba aunque sea sin los Castro en lo más alto hay que hacerlo y se va a hacer. Así que la tesis se va a quedar fuera del próximo trabajo de campo del CIS de Tezanos que mensualmente, casi en tiempo real para estos trabajos con entrevistas personales, tendrá pistas y marcará los movimientos que haga el Presidente tanto para tratar de agotar como para adelantar elecciones llegado el caso.
Con ese test permanente se juega la partida a las «siete y media», acercarse al triunfo sin pasarse. Mientras tanto en la arena Dolores Delgado lucha contra los gladiadores populares, contra sus compañeros y contra los fantasmas que se aparecen en las «psicofonías» por fascículos que susurran su vulnerabilidad y entonan «réquiem». Ya está con «los otros» aunque no lo reconozca. Ha sido sacrificada. Los que han desenterrado las grabaciones y los que no hacen nada porque cicatricen (con el asunto Corinna el cierre fue casi automático) conocen el coraje de la ministra como conocían sus sobremesas con Garzón y los policías. El juez que dejó de serlo por escuchar lo que no debía ha quedado fuera de la política si es que en algún momento andaba pensando en volver y la ministra va a tener muy difícil ir a esos «eventos» de jueces y fiscales donde seguro aparece alguno de los que en Cartagena de Indias andaban con menores en los bares. Pronto nos enteraremos de los que fueron a ese Programa Aula Iberoamericana, no recuerdo el título por pudor. Todos los gobiernos tienen sus dolores, se agudizan cuando se rompe ese principio de lo «que se hace en las cloacas queda en las cloacas». Este tiene su consigna: proteger al presidente «caiga quien caiga».
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