Constitución

Estoy muy feliz por poder anunciaros que en tres días estaremos representando los 40 años de nuestra Constitución en Bruselas personas comprometidas socialmente con España y Europa. Porque sigue siendo necesario y vital defender los valores constitucionales, por una política que vele por los derechos de todos, la democracia y la prosperidad.

Lo que primará será una visión positiva por todo lo avanzado y conseguido, e integradora, porque el fin último es siempre la armonía y el bienestar común, a lo largo de una jornada que se celebrará el próximo 5 de diciembre en el Real Museo de Bellas Artes de Bruselas, y que ensalzará los grandes avances en estos últimos 40 años, los numerosos triunfos y logros de la democracia. Cabe destacar, especialmente para quienes protagonizaron historias tan dolorosas y terroríficas como las narradas en el documental «El relato del silencio» que recomiendo a todos, como ha sido acabar con el terrorismo, y luchar también por la integración de cualquier colectivo que haya podido sentirse marginado durante años. Hoy por suerte prima la diversidad, inclusión, accesibilidad...

Jamás me gustaron las etiquetas, me considero humanista porque lo más importante son las personas, que deberían estar por encima de razas, religiones, fronteras, ideologías... Quiero una sociedad responsable de sí misma y de su prosperidad. La defensa de los valores, clave en cualquier sociedad, es fundamental para superar cualquier sufrimiento y reconstruir lo que algunos destruyen. Dentro de la familia aprendemos la importancia de la bondad, la solidaridad, la honestidad, el sacrificio...

Como madre me preocupa la falta de respeto y responsabilidad que negligentemente a veces se inculca. Los padres han de abrir el camino del respeto y la cultura; tenemos que educarles para que puedan ser formados. El trabajo es conjunto entre padres y profesores, quienes merecen autoridad y respeto. Precisamente esta semana, Scholas, la red educativa impulsada por el Papa Francisco, ha empezado una campaña que creo fundamental para romper el silencio cómplice del nefasto y destructivo acoso escolar. El acoso escolar no termina en el aula. Propaguemos paz y prosperidad.