Opinión
El ganado gobernante
El espectáculo de la toma de posesión de Maduro ha sido uno de los mejores espectáculos de la semana. Allí se dio cita todo el bananerismo: Evo, Ortega, Canel... y el presidente de Osetia del Sur. Pero ¿eso existe? Según la ONU, no, pero ellos son una especie de Puigdemont/Torra que se han empeñado en organizarse su república independiente y ahí están plantados y presentados en el show de quien tiene muertos de hambre a los venezolanos y quien ha provocado el éxodo de cinco millones de personas. Me pareció raro no ver por allí a Echenique o a Errejón, en representación de Iglesias, que está en las labores de amamantar a sus gemelos mientras Irene Montero da mítines a las andaluzas haciéndoles creer que son mejores personas por ser mujeres, falseando una realidad que nos dice que nadie es violado por razón de su sexo: los hombres sufren también de violaciones, vejaciones y malos tratos. Esta muchacha no va a enseñar a nadie lo que es ser mujer, que ya vale de engañar al personal y arrogarse el feminismo por derecho propio. En mi nombre que no hable, no le asiste ningún derecho para hablar en nombre de todas las mujeres. Quizá pase por alto que España es uno de los países más seguros para la mujer, según las estadísticas, ya que si comparamos las 2,6 violaciones que se producen por cada cien mil habitantes distamos mucho de las 56 por cada cien mil de Suecia o los 145 casos de malos tratos también por cada cien mil de Escocia. Ya vale de engañar y de hacer demagogia barata entre un público ignorante.
Mientras tanto Ciudadanos no se moja en los pactos de Andalucía, que los han sacado adelante los populares sentándose a hablar con un Vox más que razonable y dispuesto a arrimar el hombro para acabar con los casi cuarenta años de socialismo tramposo, ya saben, eres, peonás, cafelitos y chapuzas sin IVA. Todos a la calle, incluida Susana, que lleva en el partido desde que estaba en EGB. ¿Qué va a ser de esos veinte mil cargos creados a la sombra del engaño y el pastoreo? ¡Ay, señor, señor! En la vida nada es para siempre.
Los de Rivera van de guays y cordón sanitario, pero que se anden con cuidado que el personal está muy por la labor de colocar a cada cual en su sitio y el resultado de las andaluzas es el ejemplo palpable de que esto es así. El mejor caladero de los naranja se encuentra en estos momentos entre los de-sencantados del PSOE, porque mucho me temo que los votantes de Casado están decantándose por un VOX cada vez más emergente. Ya lo dijo Joaquín Leguina, la cabeza socialista más coherente, que dedicaba unas líneas hace unos días a los de Abascal: «El éxito de Vox se debe a su ataque directo al corazón de la corrección política, que es una ideología censora, buenista y radical que ha invadido no sólo a la izquierda sino también al conjunto del debate político». Y señala también que este partido sin complejos «exhibe su voluntad de poner en evidencia los agujeros y abandonos que ha traído consigo la ideología políticamente correcta como son la inmigración ilegal y las imposiciones del feminismo radical». Todos queremos oír lo que nos están susurrando a la oreja y hasta el propio Leguina lo reconoce. Lástima que en el socialismo actual no se encuentre nadie que le llegue a la suela del zapato. La alternancia es la mayor grandeza de la democracia, pero con el ganado gobernante no vamos a ningún lado.
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