Opinión

A ver cómo...

A ver cómo se lo escribo para no ofenderlo. Buscaré la fórmula más suave. Torra, es usted un mamarracho. Al menos, de similar importancia que su amigo el caganer Puigdemont. Pero tienen, tanto usted como el de Waterloo, una gran virtud. Han conseguido que los españoles consideremos por primera vez que somos pacientes, educados, tolerantes y buenas personas. En ningún lugar del mundo soportarían ser constantemente insultados, despreciados, mentidos y manipulados como hacen ustedes con sus huestes independentuistas y el resto de los españoles. Nos ha abierto los ojos, y nos ha mostrado la realidad de un sector del pueblo catalán tan invidente e idiota como sus líderes. Pero además, son ustedes aburridísimos, paletos, aldeanos, persistentes. Lo último puede ser una cualidad, si bien en su caso, es un martirio. La última de los lazos, las pancartas y demás monsergas no me atrevo a adjetivarla. A ver cómo se lo escribo. Usted es un nazi como el caganer de Waterloo, defensor de la raza catalana, que como todos menos ustedes saben, es una raza que no existe. Ustedes son caucásicos, como los andaluces, los castellanos, los asturianos, los franceses y los italianos. Pero quieren imponer de la manera que sea su presumible raza y su hermoso pero muy limitado en la expansión, idioma.Vamos a ver, Torra. Si los comerciantes catalanes a partir del siglo XVIII hubieran sido obligados a comerciar en América o Filipinas en catalán, no tendrían ustedes ni tiendas de bombillas.A usted, por españoles les ha tocado el gordo con un idioma que hablan, entienden, y mejoran cada día –excepto en España–, más de setecientos millones de seres humanos que habitan sobre la piel de este globo conflictivo. Y ustedes odian al instrumento de sus riquezas, y desean que en las escuelas catalanas se arrincone el español o castellano en beneifio del catalán. De acuerdo, ahí está el inglés. ¿Pero qué monsergas van a hacer los catalanes del futuro por el mundo hablando un idioma que es superado, entre otros, por el swahili y el guaraní? A ver cómo se lo escribo, Torra, para no ofenderlo. De ser usted guaraní lo tendrían castigado en la copa de un árbol de la selva para avisar a los guerreros de la tribu de la presencia de monos. El mono de cara blanca es el más rico en proteínas, y una mano de mono de cara blanca sólo está al alcance de su cazador y del jefe. A usted le ofrecerían el pitilín del mono, que entre usted y yo, y que el caganer no se entere, es un asco.

Usted, el caganer, Mas y el creador de toda la tragedia, Pujol, han conseguido rescatar a Cataluña de la inteligencia y de la cultura. Tienen bien distribuídos por importantes medios audiovisuales y escritos españoles, a bien remunerados comentaristas. Sucede que ya se sabe quienes son, y han perdido influencia. Unos políticos que violan sistemáticamente el sentido común y la tolerancia, no tienen futuro. El problema es quién se hará cargo en el futuro de los despojos de Cataluña. Los despojos, morales, éticos y estéticos. Nada hay más peligroso que la violencia del cobarde, y en el juicio a los golpistas del Tribunal Supremo se están evidenciando hechos que avergonzarían a cualquier catalán de bien. Sí Torra, de bien, porque ustedes son mal, muy mal, gentuza.

A ver cómo se lo escribo para no herir su sensibilidad, si es que la tiene y la conoce. Usted ha tenido la suerte de coincidir, en sus tiempos más mamarrachos, con un presidente del Gobierno de España que nada tiene que envidiarle. También caerá y será juzgado, pero los despojos de España desaparecerán, porque somos muchos los millones de españoles dispuestos a ello. Los que dejará Torra en Cataluña pueden permanecer en el suelo durante más de un siglo. Y sus únicos clavos de salvación vienen de España, la insultada, la herida, la menospreciada por quienes han robado a Cataluña su vieja tolerancia y aguda inteligencia.