Opinión

«Fobia» a Ciudadanos

Una lástima que la fiesta del Orgullo de este año vaya a ser recordada como la del escrache a Ciudadanos. Es innegable lo mucho que hemos avanzado en el respeto a la persona independientemente de su condición sexual; es indiscutible que España es una cabeza de lanza en favor de los derechos LGTBI, y es admirable la repercusión internacional que se ha conseguido para un evento del que ya participa todo el mundo; por eso chirría la actitud de quienes agredieron a los miembros de Cs que decidieron acudir a la manifestación como ya habían hecho otros años.

Es inexplicable que el colectivo que más sabe de acoso, abuso y fobias responda con la misma munición a quien no le gusta. Cs no es un partido homófobo, todo lo contrario. En ninguna parte de su programa se refleja un retroceso en el terreno que ya está ganado a la intolerancia, y es evidente que en esta materia es bastante más solidario que otras formaciones a las que jamás se les oirá criticar regímenes en los que la homosexualidad es sinónimo de cárcel o de sentencia de muerte, pero contra las que no hay boicots.

Cs, que se sepa, ni siquiera comparte de momento gobiernos ni se va de birras con Vox, sin embargo ya están pagando el peaje de la imposición de quienes reclaman libertad mientras convierten lo que se supone que es una fiesta por la convivencia en un circo romano con los pulgares hacia abajo.

Que Cs haga lo que crea conveniente y que siga defendiendo los derechos de todos los colectivos. Eso es lo único que debería importarnos como demócratas que somos. La pena es que algunos siguen pensando que los únicos derechos por los que merece la pena luchar son los suyos.