Opinión

Segunda vuelta ya

El CIS publicado hace unos días reveló el modelo de Gobierno que queremos los españoles, lo único que refleja de verdad que, al igual que les ocurre a los políticos, en la calle estamos bastante dispersos. Ninguna opción tiene mayoría absoluta ni hay alguna combinación que arrase entre el respetable. Uno de cada cinco secunda la aspiración de Pedro Sánchez de hacer un Ejecutivo solo con los suyos, lo que viene a significar que cuatro de cada cinco no están acuerdo. Un cuarto de los encuestados es partidario de una coalición entre PSOE y Unidas Podemos, pero, de ellos, casi la mitad no quieren el apoyo de los independentistas; y luego están los que preferirían que Sánchez y Rivera llegasen a un entente, pero son solo dieciséis de cada cien. Si lo que pretendía Tezanos era dar pistas, la cosa le ha salido peor que regular. Lo único que ha dejado claro es que se haga lo que se haga, siempre habrá una mayoría que no esté conforme. Llegados a este punto y visto lo visto, que es que una vez que se ha abierto el abanico más allá del bipartidismo como punto de partida los acuerdos son más complicados que ligar el alioli con mortero, había que plantearse muy en serio un cambio en la Ley electoral para adoptar alguna de las fórmulas que tienen otros países de nuestro entorno, de forma que se evite que el Congreso se quede paralizado a expensas de que el candidato de turno se repiense las cosas ad libitum. La nueva manera de afrontar los cambios políticos está pidiendo a gritos una segunda vuelta que resuelva y acabe con estos impasses de nuevo cuño en los que todo parece fiarse al precio del metro cuadrado de moqueta, aunque de momento y según reflejan las encuestas, CIS incluido, signifique una vuelta al tradicional pulso entre socialistas y populares.