Opinión
Atalaya avanzada de Casado
Desde este lunes, Isabel Díaz Ayuso es más, incluso, que la presidenta de la Comunidad más estratégica de España. En buena medida es la esperanza para millones de ciudadanos que creen, sencillamente, que otra forma de gobernar es posible. Ayuso lidera un ilusionante ensayo. Primero, por el carácter inédito de su Gobierno, la primera coalición de dos partidos en la autonomía madrileña, PP y Cs; sostenido externamente por un tercero, Vox.
Segundo, como la propia presidenta se encargó de enfatizar en su discurso de investidura, porque la Puerta del Sol va a ser una alternativa al sanchismo: una «vacuna» contra las altas dosis de demagogia y las alianzas a cualquier precio pintadas por oportunismo.
Por eso, Isabel Díaz Ayuso y sus nuevos consejeros –muchos de sus nombres son realmente esperanzadores– tienen un reto que supera el de administrar el futuro de los madrileños. Por importante que ello sea. Son el escaparate con el que Pablo Casado, Albert Rivera y Santiago Abascal mostrarán a partir de ahora que se puede hacer frente a un Partido Socialista entregado a un «jefe» todopoderoso cuyo único plan es «ir tirando» en La Moncloa por propio interés.
El altavoz de que es posible hacer una política económica que garantice el Estado de Bienestar sin esquilmar el bolsillo de los contribuyentes. Que no hay mejor ayuda social que un puesto de trabajo y mejor lugar para las rentas y los ahorros que los bolsillos del contribuyente. Que hay que asegurar la «igualdad» sin sofismas ni discriminaciones a la mitad de las españolas, que tan bien resumió la vicepresidenta Carmen Calvo en su incalificable «¡Ay bonitas!». Sin duda, es posible reforzar la identidad regional de la Comunidad de Madrid en armonía con el innegociable principio de hacer lo mejor para los españoles.
Pero, por si fuera poco por sí sola esa tarea, a la «presidenta Ayuso» se le presenta la oportunidad también de dar visibilidad al nuevo proyecto de regeneración del Partido Popular que encarna Pablo Casado. Al líder de los populares se le ha visto feliz en su reentré tras unos días de descanso veraniego. Era lógico. Isabel Díaz Ayuso es su gran apuesta personal. Su atalaya más avanzada de resistencia al laboratorio de ideas de la izquierda. De ahí que no escondiese, más bien al revés, que el proyecto de la nueva «baronesa» madrileña es en plenitud el suyo propio para España.
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