Opinión
Marchando dos tazas de tila
Con unas elecciones que asoman la patita, no parece muy oportuno que haya partidos que anden mátame que te mato a nivel interno. Me refiero al merecumbé que tiene Ciudadanos al que las últimas bajas le están llevando a ocupar titulares que no le benefician en absoluto. Cierto es que ni Javier Nart, al que tenía como hombre cabal y consecuente, ni Francisco de la Torre se están comportando con la caballerosidad que se les suponía. Dar el portazo como ha hecho el primero, quedándose con un escaño conseguido bajo un paraguas del que ahora reniega, dice muy poco a favor del respeto que se merecen quienes le votaron. Lo ético es marcharse sin llevarte la boiserie del salón y devolviendo las llaves. En cuanto a de la Torre, mezclar a su difunto padre en una cuestión meramente política es, además de un mal gusto exquisito, una cuestión privada que como tal pertenece al ámbito de sus reproches personales. La sensación que transmiten ambos es que, discrepancias políticas aparte, han incubado una marejadilla de rencor hacia quienes hasta ayer eran sus compañeros, más propia de los colaboradores de algún programa amarillista que de dos políticos de fuste. Hasta ahí, Rivera tiene más razón que un santo. Sin embargo el líder de Ciudadanos ha caído en la trampa de hacer declaraciones al respecto dando pie a que la historia esté en boca de todos, y eso, repito, con unas probables elecciones a la vuelta de un puñado de semanas puede ser demoledor. A nadie le gusta que quienes tienen la responsabilidad de gestionar sus votos se anden dando voces de corrala en público, así que más le vale a Albert hacer acopio de tila y poner orden antes de que lo conseguido hasta ahora se le convierta en un puñado de pájaros migrando hacia otros climas más cálidos.
✕
Accede a tu cuenta para comentar