Cultura

Un festival que nos devuelva la magia de reunirnos

Quizá, este verano, todos necesitemos creer en la magia de que habrá fútbol, conciertos y demás eventos masivos en septiembre

Siempre me ha llamado la atención el fenómeno de los aficionados. Hinchas de un equipo, admiradores de un actriz, o incluso simpatizantes de un partido político. La gente con carné, de lo que sea, prácticamente desde que nació, que se sienten cómodos al formar parte de un grupo social, con los que comparten pasión. Aplauden éxitos, comparten vivencias y lloran al unísono. Visten como sus ídolos, se cortan el pelo para parecerse a ellos. Y desde que llegaron las redes sociales, se intentan comprar los productos que interesadamente promocionan.

Nunca he hecho fila o me he quedado sin dormir para entrar la primera en un concierto. No lloré ni me quise suicidar con la separación de Take That. Cuando en algún rincón del planeta ya sea en Saná, Kuala Lumpur, Tiflis o Bruselas, al saber que soy española, me preguntan de qué equipo soy, digo que del Real Madrid, casi un poco por educación, o para al menos tener algo que aportar: que vivía cerca del Bernabéu. No sigo a «influencers» –que no conozca–. Tampoco me he disfrazado para ir al cine a ver un estreno. Aunque debo reconocer que he hecho maratones de muchas sagas y que me maravillan aquellos que lo viven aún más que yo. Siento fascinación, por ejemplo, por los afortunados del club de fans que una vez al año comen con Isabel Pantoja.

En plena pandemia, en la que todo o prácticamente todo lo que nos gustaba se ha cancelado, una noticia ha sido celebrada en el universo de los fans: ya hay fecha para el próximo «Lumos maxima». Si te has quedado igual, es posible que no hayas visto ninguna de las ocho películas de Harry Potter. «Lumus maxima» es uno de los conjuros más potentes para generar luz en la oscuridad, algo así como la linterna del móvil, pero desde la varita del joven mago, que, según varios súper seguidores, solo aparece en los largometrajes y no en los libros. «Lumos Maxima» es también el nombre con el que han bautizado un festival diseñado para los seguidores de Harry Potter. Tendrá lugar del 19 al 20 de septiembre en Châteauneuf-de-Gadagne Félibrige, una preciosa localidad de la Provenza. Será, bien sûr, en estos tiempos de coronavirus, al aire libre, en el parque de l’Arbousière, de 29.000 metros cuadrados reservados para la magia de la creación de la recientemente denostada J. K. Rowling. Ya no quedan entradas. En menos de una semana, 7.500 afortunados agotaron las localidades disponibles. Esperan con ilusión que para entonces se permitan en Francia las reuniones de más 5.000 personas.

¿Quidditch? Eso sí suena más, ¿verdad? Con la entrada se podrá participar en actividades como la iniciación a este deporte que en teoría se juega sobre una escoba voladora. Más de 50 voluntarios –es lo que tiene el fenómeno fan–, han estado durante meses preparando y decorando todo, incluidas arañas de 10 metros. Se puede acudir vestido de hechicero, habrá un baile inspirado en el que se produce en Harry Potter y el Cáliz de Fuego. Y es que quizá, este verano, todos necesitemos creer en la magia de que habrá fútbol, conciertos y demás eventos masivos en septiembre.