Opinión

Insoportable

El gobierno está formado por dos partidos políticos, uno de los cuales (Unidas Podemos) en minoría, a su vez está compuesto por otros varios, entre ellos dos: la extinta y asimilada Izquierda Unida y la antigua matriz Unidos Podemos. UP, a pesar de sus esfuerzos para «sumar» a distintas fuerzas políticas, lleva asistiendo a una prolongada tendencia, que parece firme, de pérdida de votos. Mientras que el porcentaje de votantes de la antaño Izquierda Unida había variado relativamente poco desde 1986 hasta su fusión con Unidas Podemos, desde que ambos se unieron, el desplome ha sido espectacular para ambos grupos. En solo cuatro años han perdido casi la mitad de los votantes que llegaron a conseguir en el momento de más éxito de la formación, y en las últimas elecciones autonómicas incluso desaparecieron literalmente en territorios como Galicia. Aunque con perspicacia política, han tratado de sumar afinidades electivas entre la izquierda radical, la tendencia de voto que recogen no es buena: dibuja una curva que cae sin remedio elección tras elección. Ello no les ha impedido lograr un éxito político de primera: formar parte del Gobierno de España justo en el momento de mayor decadencia de la formación. Demostrando que la extrema debilidad política puede convertirse en fuerza cuando apuntala a otra flaqueza mayor (la del PSOE). Pero el triunfo de gobierno no necesariamente reportará a UP un crecimiento en número de votantes. Eso lo saben, y por ello iniciaron desde el primer minuto de su entrada en el Consejo de Ministros una ofensiva política como jamás se había visto –no solo en España, sino en la Europa Occidental–, atacando duramente las instituciones del Estado como si en vez de haberlas ocupado ya (como han hecho) fuesen sus enemigos, como si no estuvieran en el gobierno sino en la oposición. Con dos propósitos aparentes: uno básico (sus objetivos políticos) y otro propagandístico, antisistema (no perder más votantes por culpa del desgaste del poder en unas circunstancias sociales y económicas que son, además, aterradoras). La consecuencia de sus angustiosas maniobras es tan extremadamente peligrosa como insoportable para la mayoría de los ciudadanos. Y está por ver el resultado en votos que les reportará.