Generalitat de Cataluña

Los avales de Bocaccio

Que quien es víctima de un delito, fraude o engaño sea obligado además a pagar los gastos derivados de su comisión está recogido en nuestro refranero popular de forma muy gráfica, tomando el título de una muy conocida comedia de Bocaccio. Me parece que viene a cuento porque la Generalitat, con la total connivencia del Gobierno de Sánchez y salvo prueba en contrario, pretende que sean los ciudadanos con sus impuestos, los que paguen el coste de la «ensoñación» de su Procés con la DUI incluida. Así, dar un golpe de Estado desde las instituciones, creando una legislación paralela al margen del orden constitucional para dar apariencia de legalidad a su declaración unilateral de independencia y organizar un referéndum ilegal para avalarlo, merece no solo el indulto sin el menor atisbo de arrepentimiento, sino que además todos –insisto, todos– los ciudadanos paguen el gasto con sus impuestos.

Que Sánchez siga en la Moncloa quizás colme de su ambición a su persona, pero es demasiado hacerlo a costa de actos como el que este aval significa. Resulta que un político o funcionario público puede prevaricar, malversar o cometer cualquier otro delito con pleno conocimiento de causa, como es el caso que nos ocupa, sin preocuparse de las consecuencias: las penales se las indulta el Gobierno y las económicas se las pagan los ciudadanos, quitando así las piedras en el camino que los tribunales les ponen a sus socios políticos. La Historia juzgará, y antes confiemos lo hagan las urnas. Como en Madrid, por ejemplo.