Religion

Aventura solidaria

El camino nos ayuda a entrar en nosotros mismos, a escucharnos y a autoconocernos

Hoy medio centenar de peregrinos acuden a la cita anual, en tierras gallegas, de la Fundación También (con patrocinio de Fundación Adecco y Norwegian, colaboración de Alsa y Obra Social La Caixa junto con el apoyo de Fundación Irene Villa y el Club ciclista Os do Monte Bravo) para llevar a cabo el 16ª Camino de Santiago. Un año más, esta actividad en la que se une deporte y corazón, nos llenará el alma. Será un camino lleno de diversión, inclusión y solidaridad. Gracias al uso de handbikes (bicicletas de mano), triciclos adaptados, tándems, joëlettes (para discapacidades más severas) y bicicletas convencionales, recorreremos 40 kilómetros del Camino de Santiago a lo largo de cinco etapas desde Palas de Rey hasta la Plaza del Obradoiro, atravesando un decorado de bosque, prados y montañas: un entorno natural único adaptado para todos, como llevamos demostrando 16 años. No es de extrañar que sea una de las actividades más demandadas de la Fundación También.

La entrada a la ciudad compostelana siempre es el momento más emotivo de todo el viaje. Atravesar la llamada «Puerta del Peregrino» supone un sueño cumplido tras las duras etapas recorridas. Tengo guardados recuerdos inolvidables de la primera vez que pusimos rumbo a Galicia. Las expectativas que tenía sobre aquella aventura se desbordaron.

Aparte del esfuerzo que conlleva el cumplimiento de todas las promesas que culminan en la catedral de Santiago, uno va descubriendo a cada paso y acaba siendo consciente de la fuerza de la hospitalidad, la generosidad, la amistad, la ayuda mutua, la solidaridad… El camino nos ayuda a entrar en nosotros mismos, a escucharnos y a autoconocernos. Es una parte maravillosa de descubrimiento que, sin lugar a dudas, recomiendo.

Además de la parte más espiritual, la de relacionarnos con nuestra fe, el camino significa un salto cualitativo en nuestro crecimiento personal. Te da las herramientas para conocerte y aprender a gestionar mejor tus emociones, que esos días son potentísimas.

No es producto de la casualidad que tantas y tantas personas procedentes de todo el mundo lo sientan como un compromiso ineludible. Los españoles tenemos la suerte de tenerlo más cerca, más a mano, y por ello nos dividimos entre los que lo hemos hecho (algunas etapas al menos) y los que tienen pensado y hasta planificado hacerlo… ¡Anímense!