Por qué me ningunean

No hay derecho a que hayan dejado fuera de la War-Room a nuestro Gran Timonel, después de haber sido los primeros y los que con más entusiasmo aprobamos el envío de barcos para frenar al Ogro de los Urales. Pero es que a Biden no le acaba de convencer el espontáneo hiper-atlantismo de Sánchez.

Muchos años lleva su partido exhibiendo el no-a-la-guerra, despreciando a la bandera USA, retirando las tropas de Irak y pactando con gente contraria a la OTAN, amigos del comunismo cubano y nostálgicos de la extinta URSS. De manera que ni la camisa rosa-Maduro ni esa impresionante exhibición de destreza ambidiestra ha servido para que el provecto morador de la Casa Blanca se fie de nuestro presidente.

Somos el único país de la Alianza con comunistas en el Gobierno, de manera que parece lógico que los aliados no tengan muy claro si la información que nos van a dar pueda llegar a Putin por la puerta de atrás. Es lo que tiene acostarte con Iglesias: que luego nadie te llama.

Te van a pedir que pongas más dinero, más barcos, más cazas y más cañones, y si es necesario hasta soldados prestos a morir por defender que Ucrania ingrese en la OTAN. Pero como no se fían del Gobierno nunca vamos a ser un number-one auténtico ni vamos a estar en el núcleo-duro, menos aún tras llegar a los oídos del gringo-presidente que algunos podemitas andan difundiendo los contactos económicos de Biden, de su hijo Hunter y de George Soros con el régimen de Kiev.

Trump y Giuliani les han acusado de forrarse con el gas de Ucrania, y a Soros de financiar la revuelta naranja. Soros es muy amigo de Sánchez, y bien podría darle una carta de recomendación. Pero se ve que ni por esas. ¿”Por qué me ningunean”?. Parece que está bastante claro. ¿O no?