Astronomía

Gente pa tó

María Ángeles Durán compró el astro rey de nuestro sistema solar o, más bien se hizo con él por usucapión

A lo largo de más de treinta años de carrera he conocido al hombre tatuado por completo, hasta en el blanco de los ojos; a la mujer que se ha hecho inseminar a los 70; al hombre embarazado que antes fue mujer; al hombre que fue mujer y después regresó a la condición de varón; al que corre descalzo por las estepas y montañas o el que baja en batiscafo a las fosas abisales. También el que ha comido carne humana para sobrevivir o se ha hecho modelo a los 90 años. Somos distintos y peculiares, cada uno de su padre y de su madre y configuramos una miscelánea imposible de imaginar cuando eres joven. Hace quince días volvió a reventárseme la espita del asombro, con la señora que posee el sol. Como lo leen. María Ángeles Durán compró el astro rey de nuestro sistema solar o, más bien se hizo con él por usucapión. María Ángeles se enteró por los medios de que un norteamericano, Dennis Hopper, había registrado a su nombre, en San Francisco, la luna y el resto de los planetas. Ni corta ni perezosa, se abalanzó sobre el material restante, a saber, el sol. «Aproveché un vacío de la legislación de Naciones Unidas, que establece que ningún país o nación puede poseer planetas o estrellas en propiedad, pero que no se refiere a las personas particulares. Solicité la propiedad solar por usucapión». La despabilada mujer argumentó que había usado el sol todos y cada uno de los días de su vida, y que seguía usándolo, y el notario determinó que, en efecto, disfruta de la tenencia y uso de un bien que puede adjudicársele sin problemas, puesto que nadie más lo ha reclamado. Y ahí está la escritura. «¿Si Dennis Hopper lo hizo, por qué no va a hacerlo una española?». La señora Durán tiene estudios de Psicología, Enfermería, Criminología y Derecho. Supongo, además, que tiene tiempo de sobra. «Las empresas productoras de electricidad a partir de la energía solar se benefician injustamente de mi propiedad. Encima, los Gobiernos obligan a quienes ponen paneles solares a pagar un canon. Yo quiero que las compañías que abusan y cobran por algo que no es suyo, paguen un canon. Ese dinero se distribuirá entre la población y se dedicará a educación, justicia, enseñanza o medicina». Veremos si los pleitos de María Ángeles llegan a término, pero ella es incansable. «Intenté vender el sol por parcelas en eBay, pero me cerraron la cuenta argumentando que era un bien intangible, cosa que no es cierta, porque el sol se ve, se nota y se toca. Ellos venden hechizos... que desde luego no se ven».