Pura casualidad

No vamos a pensar mal sobre el suceso fortuito de que el vecino del sur le colocara a nuestro Gran Timonel el escudo y la bandera de España volcados hacia abajo. En el lenguaje de la criptografía diplomática un hecho así traslada la idea de rendición y vasallaje, pero los marroquíes no son tan finos como para hacer una cosa de éstas a un país amigo. Ellos suelen ir de frente, como en la Marcha Verde, en Perejil o en la invasión de los 10.000 de Ceuta. Acontecimientos todos fortuitos como el 11-M. Sucedieron sin más. Igual que el mapa que le pusieron a Zapatero en una de sus visitas al vecino monarca. Ceuta, Melilla y las Canarias aparecían en el mismo color que Marruecos, distinto al de España, por supuesto. Gesto evidente de buena vecindad y buena voluntad. Para que nos sintamos más cercanos.

Dice la propaganda oficial que gracias al volantazo del Sáhara tenemos garantizada nuestra integridad territorial. El nuevo mapa de Marruecos es ciertamente lindo. Exteriores se ha apresurado a subirlo a su web. El Sáhara ya no existe. Todo es Marruecos, convertido en el nuevo gendarme del Magreb. Seguro que Albares lo ha hecho en agradecimiento a lo del escudo boca abajo. Bonito detalle del ministro.

Como el acuerdo para volver a tener de nuevo en todo su esplendor la operación Paso del Estrecho este verano. La echábamos de menos.

No se ha escrito en ninguna parte ni lo ha dicho Mohamed ni nadie de su Gobierno, pero Sánchez está convencido de que Marruecos ha renunciado ya a Ceuta y a Melilla. Yo también.

Y Argelia nos sube solo a nosotros el precio del gas, pero eso es igualmente casualidad. En realidad Argelia nos está agradecida y lo cobrará más caro en reconocimiento al gesto de haberle informado sobre la entrega del Sáhara a Marruecos.

No inventemos más.