Opinión

Demasiados fascistas

Habremos de reconsiderar la fama del vino de Burdeos, lo del cordón sanitario y lo de la alerta antifascista.

Notas del 22 de abril, resaca de las presidenciales francesas y tercer balón al palo del Europeísmo. Cada vez que la derecha radical tiene un buen resultado, al día siguiente se aparecen los intelectuales estupefactos y van por ahí pidiendo las sales de la ciencia política. El pasmo les sobreviene cada vez más a menudo cuando ocurren estas cosas que no se pueden creer. Siempre me llamó la atención la cantidad de intelectuales que viven de no explicarse las cosas.

Mi abuela Elena sabía de qué iba la cosa. Nació en 1908, estudió en la Sorbona y vivió tres guerras, dos mundiales en Francia y una civil en España y ponía mala con Le Pen. Con cinco años se fue su padre a luchar por Francia y veía visiones de los tanques alemanes entrando por la sierra de Huelva como mis hijos imaginan los tanques de la zeta rusa por la Castellana. Su padre Hubert volvió a casa un día y fueron a recibirlo a Huelva. En Ypres perdió a su querido tío Aristide. Ella se murió con 102 hace unos años, los suficiente como para ahorrarse ver a una Le Pen en la segunda vuelta después de haber apoyado al genocida de Putin. Una de las últimas conversaciones que tuve con ella sobre política fue la victoria de Obama y dijo: “Deben estar los del KuKkux Klan que fuman en pipa”.

Hasta yo que soy medio francés, les digo que habremos de reconsiderar la fama del vino de Burdeos, lo del cordón sanitario y lo de la alerta antifascista. Para celebrar que la derecha populista se queda sin alcanzar el poder, en izquierda española celebra mucho en España la victoria de Macron del que aquí llevarían veinte años acusándole de ser un perfecto facha.

Yo a Le Pen no la votaba ni con palo, pero la han votado los obreros, los desfavorecidos, los jubilados y los empleados. Dice Jose Peláez que la extrema derecha es la nueva izquierda. Claro que aquí seguimos con el rollo del fascismo. No sé si en Francia hay trece millones de fascistas; muchos fascistas me parecen.