Opinión
Ron DeSantis y el alumno que supera al maestro
El entusiasmo que genera Trump entre los suyos es proporcional al rechazo que provoca en el resto
En las clases de márketing una de las primeras lecciones que se enseñan a los alumnos es la importancia de gestionar las expectativas de sus futuros clientes. En política ocurre lo mismo. El «tsunami» republicano que pretendía arrasar el Congreso de Estados Unidos tras las elecciones de este martes se ha quedado reducido a una «mini-ola». Los resultados han sido más ajustados de lo que anticiparon las encuestas. Los republicanos están sufriendo para tomar el control de la Cámara de Representantes mientras que las esperanzas sobre el Senado se desvanecen después de que el escaño de Pensilvania cayera a favor de los demócratas. Los conservadores acudieron a estas elecciones alineados con el movimiento MAGA (Make America Great Again) del ex presidente Donald Trump que ha vampirizado el tradicional Partido Republicano. Estas elecciones iban a ofrecer a Trump una venganza madurada sobre los resultados 2020 y le iban a proporcionar el trampolín necesario para las presidenciales de 2024. El constructor neoyorquino eligió a los candidatos no por su solvencia política sino por su nivel de adhesión a MAGA y a la teoría del fraude electoral en las presidenciales de 2020. El tiro le ha salido por la culata.Los candidatos trumpistas han obtenido buenos resultados en los estados tradicionalmente «rojos», pero no en los bisagra, aquellos que oscilan a derecha o a izquierda, y que suelen tener la llave de la Casa Blanca. Las «midterm» han demostrado que el entusiasmo que genera Trump entre las bases republicanas es proporcional al rechazo que produce en el resto de la sociedad norteamericana. Lo que debía ser una noche estelar para el constructor se convirtió en una pesadilla. Terminó «gritando a todo el mundo» y culpando a su círculo más cercano e, incluso a su mujer, Melania, por los malos resultados.
Tampoco ayudó a mejorar su estado de ánimo los datos de Florida. La victoria por 20 puntos del gobernador y rival republicano Ron DeSantis hizo todavía más patente los menguantes resultados cosechados por los chicos de MAGA. DeSantis no sólo consiguió la reelección sino ha logrado la hazaña de anclar este codiciado estado bisagra a la derecha. El que fuera el diario de cabecera de Donald Trump: «The New York Post» llevó a Ron DeSantis a su portada con el título: «DeFUTURE». Para los republicanos DeSantis, de 44 años, puede asegurar dos mandatos consecutivos, una circunstancia improbable para un Trump que va camino de los 77 años. Este joven de pedigrí conservador como pocos ha sabido desmarcarse de quien fuera su padrino sin entrar en el cuerpo a cuerpo contra él. No oculta además sus ambiciones y está dispuesto a poner al ex presidente Trump el cartel de perdedor que tan poco le gusta. Para DeSantis la carrera acaba de empezar. El republicano podría beneficiarse de unas primarias con pocos candidatos a diferencia de 2020. A parte de las insinuaciones del gobernador de Texas, Greg Abbott, pocos conservadores tienen el apetito o la estatura para medirse con el tóxico Donald Trump. DeSantis tiene todas las papeletas para ser el alumno llamado a superar al maestro. Joe Biden se frota las manos ante una batalla sangrienta que desgaste a los dos candidatos republicanos, pero una futura victoria del de Florida también añadiría presión a los demócratas para renovar su liderazgo.
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