Emiliano García Page
La independencia unilateral
Me gustaría que Sánchez explicara qué ha ganado España con la rendición de su gobierno
Los independentistas no han tardado mucho en asegurar que lo volverán a hacer. No ha sido un dirigente aislado o una agrupación local sin importancia, sino el líder de ERC. No me refiero a Aragonés, ya que no es más que el «masover» que cuida la finca del amo, que es Oriol Junqueras, a cambio de una retribución. Junqueras permite que el vanidoso nieto de franquista e hijo de pujolista figure como presidente de la Generalitat, pero el partido está al lado de su líder. No se puede quejar de la retribución, porque su encumbramiento produce asombro entre propios y extraños. Es la constatación de que no necesitaba la capacidad y le bastó el mérito de ser un fiel palmero. Como era previsible, la relación entre ambos se ha enfriado. La resultaba muy cómodo hablar del líder encarcelado e ir de peregrinación como si fuera un fiel acólito. Por ello, hubiera preferido que siguiera inhabilitado hasta su jubilación. Nunca he escondido que tengo simpatía por Junqueras, porque no esconde sus objetivos. No es un cobarde como Puigdemont o un personaje irrelevante como su traicionero discípulo. Por supuesto, estoy en contra de sus ideas y actuaciones. Como catalán y amante de mi tierra me sitúo en las antípodas de sus posiciones. No hay duda de que siempre ha sido independentista y lo seguirá siendo, algo que debe desconocer Sánchez. Esa coherencia hace que tenga la dignidad de ir de frente. Este martes ha dejado muy claro que mantiene la vía unilateral para que Cataluña decida la independencia.
Por tanto, me gustaría que Sánchez explicara qué ha ganado España con la rendición de su gobierno. Ha cedido con los indultos, la sedición y la malversación. No veo ninguna ventaja objetiva, porque quiere organizar un referéndum y declararía la independencia si consigue un 55% de los apoyos y una participación del 50% del censo. Ha aclarado que «organizar un referéndum no está en el Código Penal. Por tanto, no es un delito». En el PSOE todavía existen voces cualificadas que critican lo que está sucediendo. El presidente de Castilla-La Mancha ha estado muy acertado al aclarar que «un Código Penal no puede hacerse a medida de los culpables».
Francisco Marhuenda es catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE).
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