Canela fina | En el centenario de Gaínza

Stanley Matthews está considerado como el mejor jugador de la entera historia del fútbol británico. Le llamaban «el hechicero del regate». Fue internacional hasta después de los 40 años y la Reina Isabel II lo ennobleció. Al término del Mundial de 1950 en Río de Janeiro, le preguntaron a quién consideraba el mejor jugador del campeonato: «Al extremo izquierda español, Gaínza», contestó.

Escartín, el árbitro internacional que conoció todo el fútbol español del siglo XX, escribió: «Los dos mejores futbolistas españoles han sido Zamora y Piru Gaínza». Añadiría yo ahora a Casillas y a Iniesta. Ricardo Zamora conserva el gran récord del fútbol español: fue internacional indiscutido durante 17 años.

Agustín Gaínza Vicandi, nacido en Basauri, jugó 21 años como titular en el Atlético de Bilbao. Fue internacional durante 11 años, en una época en que apenas se jugaban partidos con otras naciones. Ganó 2 veces el Campeonato de Liga y 7 el de Copa. Al recibir el trofeo en 1956 de manos del dictador, le dijo a Franco: «Hasta el año que viene, general». Ah, en un partido contra el Celta, equipo de Primera División, metió 8 goles. Le hicieron un penalti y cedió su ejecución a Panizo.

Era un sabio del fútbol. Había leído y entendido las reflexiones de Lázaro Carreter sobre el deporte rey. Mantuve largas conversaciones con Gaínza durante varios almuerzos en mi despacho del ABC verdadero. Y tengo siempre presentes dos de sus afirmaciones: «En los grandes partidos decisivos, la suerte juega al 50%». Y «los partidos no los ganan los nombres, sino los hombres». El problema de presidentes y entrenadores consiste en prescindir de jugadores gloriosos que han perdido con el tiempo facultades.

Soy del Athletic de Bilbao, único equipo entre los grandes que juega con once españoles. Recuerdo cuando el periódico le premió por una Liga ganada en 1983 y en el almuerzo senté frente a mí a «la delantera de fuego»: Iriondo, Venancio, Zarra, Panizo y Gaínza, todos ya retirados.

Estamos todavía en el centenario del jugador vasco, que nació el 28 de mayo de 1922. Si viviera, Gaínza tendría hoy 100 años. No quiero que pase su centenario sin dedicar unas palabras al jugador que alentó mi afición al fútbol y que, por su clase, su calidad, sus pases profundos, su velocidad y sus regates inigualables me hizo disfrutar durante mi adolescencia.

Luis María Anson, de la Real Academia Española.