Castilla y León

Muñecos de paja

El partido de Abascal ha dado aire a Sánchez, sobre todo porque esta formación parece estar más embebida aun en la autoafirmación frente al voto útil que se barrunta en próximas citas con las urnas en favor del PP de Núñez Feijóo

Que desde la izquierda se recurra al ejercicio de rasgarse las vestiduras y pedir sales contra el sofoco, cuando se producen ligeros movimientos sísmicos en los contados dos o tres volcanes de siempre y sin necesidad de que medie erupción real, viene a ser tan viejo como el hilo negro, como vieja es la torpeza de la derecha a la hora de enredarse en el pedaleo de cuestiones generalmente superadas por la calle y ajenas al debate del día a día en el metro y el autobús. Bien es cierto que en casos como el que nos ocupa, tal vez haya una derecha más damnificada que otra –pierden las dos en cualquier caso– si nos atenemos a que la polémica a propósito del supuesto protocolo contra el aborto en una concreta comunidad autónoma tiene paternidad clara y directa en Vox, cuyos intereses en cuanto a estrategia electoral son claramente distintos a los del Partido Popular abriéndose una brecha en ese espectro político, que hace salivar y de qué manera a un gobierno desgastado y al bloque que le sostiene ávidos de desviar el foco de la sedición, la malversación o el «sí es sí» hacia otros derroteros, con la inestimable colaboración de una «opinión publicada» siempre vigilante ante la eventualidad de que los pactos PP-Vox acaben sirviendo ante el personal algún niño crudo como apetitoso almuerzo.

El partido de Abascal ha dado aire a Sánchez, sobre todo porque esta formación parece estar más embebida aun en la autoafirmación frente al voto útil que se barrunta en próximas citas con las urnas en favor del PP de Núñez Feijóo, que en una estrategia inteligente –no necesariamente entreguista con los populares– para acabar desalojando a socialistas y podemitas de La Moncloa. El «papelón» acaba siendo para quienes optan a la gestión de gobierno en municipios, autonomías y ejecutivo central, todo un estreno para el bueno de Borja Semper, al que no le habría venido nada mal un retraso en el ofrecimiento de Feijóo para asumir la portavocía del PP y de paso hacer un poco más de radio. Pero sobre todo hablamos de un nuevo aviso a propósito de los muñecos de paja tras los que no conviene correr. Aun así y con todo queda el interrogante de a quiénes beneficia o perjudica y con qué intensidad la polémica. Si Vox arma la tremolina, tal vez el voto útil gire hacia los populares…o no. Y si tienen dudas pregúntenle a Tezanos.