«De Bellum luce»

La amnistía no se cura con el tiempo

Hay encuestas que han testado ya la opinión pública y los resultados son claros respecto a la poca credibilidad que tiene el discurso del Gobierno sobre Cataluña y su relación con los independentistas

La encuesta oficial del Gobierno de Pedro Sánchez todavía no ha considerado oportuno incluir en su panel una pregunta para saber qué piensan los españoles de la amnistía al independentismo que se les ocultó en la última campaña de las elecciones generales. Sin embargo, Moncloa sí cuenta con esos datos cualitativos que desmienten, contra la doctrina oficial, la idea de que solo el tiempo curará el malestar de la mayoría de los ciudadanos, también de los votantes socialistas, con esta cesión sobre la que se sostuvo la investidura.

Los indultos sí acabaron siendo aceptados por el electorado socialista a pesar del rechazo inicial. Pero con la amnistía no se está produciendo la misma evolución demoscópica. La construcción argumental de Moncloa, la teoría de la reconciliación y la normalización en Cataluña, no está siendo asumida por los votantes socialistas, y las elecciones catalanas y la campaña de confrontación que protagonizarán los independentistas tampoco ayudarán para avanzar en ese camino.

Una vez aprobada la ley de amnistía por el Congreso, por más que se desgañiten los portavoces oficiales en reseñar su relevancia histórica para la convivencia, la realidad es que el examen demoscópico confirma que el tiempo transcurrido no está haciendo que varíe la baja aceptación de esta medida entre los españoles. Aunque Moncloa hable de unidad, los estudios le dicen que esta ley divide al electorado socialista, pero también a los catalanes porque el andamiaje argumental del Gobierno de coalición no está corrigiendo la idea de que la amnistía, que ha recuperado al prófugo Puigdemont para la primera línea política, se aprobó no por motivos de convivencia, sino para comprar el apoyo de los partidos independentistas a la investidura de Sánchez.

Además, si Sánchez indaga en los datos de las encuestas, verá que éstos también confirman que la mayoría de los españoles tampoco se creen que con la amnistía hayan terminado las concesiones al independentismo: apuesta por que seguirán las exigencias y no descartan el referéndum de autodeterminación. Y en esta impresión coinciden la derecha, la izquierda y los independentistas.

Aunque el CIS no nos ofrezca las respuestas a estas pertinentes preguntas, sí hay encuestas que han testado ya la opinión pública y los resultados son claros respecto a la poca credibilidad que tiene el discurso del Gobierno sobre Cataluña y su relación con los independentistas. Por eso la mayoría de los votantes soberanistas asegura que la amnistía no es el punto final de nada, sino el punto de partida.